La desertificación, la sequía, la extinción de especies, así como innovadores experimentos e investigaciones que buscan mitigar los efectos del cambio climático, fueron las temáticas abordadas por destacados expertos nacionales e internacionales en la Sesión Satélite de la Conferencia Internacional “Educación en Cambio Climático: Hacia la formación de una ciudadanía activa”; evento que realizó la Universidad de Chile el 6 y 7 de mayo.
La Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile junto con RELAB, Red latinoamericana de Ciencias Biológicas, la Oficina de Educación Climática (OCE) y la Fundación Allende Connelly, organizaron este 8 de mayo, la Sesión Satélite para tratar temas específicos de la agricultura y los recursos naturales en un contexto de cambio climático, orientado a la educación.
De esta manera, junto con diversos especialistas, académicos, investigadores, se congregaron estudiantes universitarios y de enseñanza media en el Centro de Extensión para exponer y debatir acerca de estos tópicos.
“Para la Facultad es muy importante no sólo trabajar en investigación en Cambio Climático, sino que además enseñarlo. Una de las cosas fundamentales para que existan trasformaciones significativas, es dar a conocer y nos parece clave llevar nuestro conocimiento a los colegios, y que cada estudiante se transforme en un actor de cambio”, sostuvo el Decano Neira.
La velocidad del cambio climático no permite la adaptación de las especies
La primera presentación estuvo a cargo del académico Fernando Santibáñez, experto en cambio climático, quien expuso sobre la desertificación en Chile. “Hay una particular aceleración del calentamiento que se observa a partir de los años ’80, pero hay una segunda aceleración a partir de los años 2.000. Nunca el ambiente mundial había cambiado tan rápido; el problema no es el cambio sino la velocidad de éste, ya que no permite a los seres vivos adaptarse a esta nueva condición”.
Asimismo, el especialista sostuvo que, junto con el calentamiento global, los bosques del mundo, que son los grandes reguladores del clima, se siguen extinguiendo en las regiones tropicales bajo la sierra y el fuego a razón de 24 hectáreas por minuto.
Por último, el Dr. Santibáñez en relación al reto educacional que implican esta realidad señaló que “se debe comprender y asumir que lo material no garantiza el bienestar. La economía de hoy sólo ofrece un bienestar económico , pero se requiere incorporar más valores en nuestra educación, tal como la solidaridad, la sustentabilidad, el respeto a la vida de cada organismo vivo. Los profesores tienen la palanca del desarrollo, ellos pueden cambiar el mundo”.
Bioinoculantes: la alternativa a los fertilizantes químicos responsables del efecto invernadero
Por su parte, el investigador y profesor Fabio de Oliveira Pedrosa, docente de la Universidad Federal de Paraná, dio a conocer parte de su investigación relacionada con el uso de inoculantes para el óptimo crecimiento de cultivos. Un inoculante es un concentrado de bacterias específicas y es una alternativa a la aplicación de fertilizantes químicos nitrogenados o fosforados.
“Cuando el nitrógeno químico se añade al suelo, cerca del 50% es absorbido por las plantas y el otro 50% se convierte en óxidos que causan el efecto invernadero aumentando la temperatura de la Tierra. De esta manera, el exceso de nitrógeno en la agricultura causa contaminación. Al fijar nitrógeno las nuevas bacterias evitan la contaminación ambiental y promueven el crecimiento vigoroso de las plantas”, explicó el científico.
Actualmente, en Brasil existe un importante desarrollo de inoculantes resultantes de nuevas cepas de bacterias fijadoras de nitrógeno, conocida como Azospirillum brasilense. Estas cepas mostraron un mayor potencial de fijación de nitrógeno en relación al material utilizado actualmente por los inoculantes disponibles en el mercado agrícola. Su comprobación en los ensayos de campo iniciará un nuevo ciclo de perfeccionamiento de los inoculantes, con tecnología totalmente brasileña.
Flora y Vegetación de la Cordillera de Los Andes, un sector olvidado por la conservación
En su presentación la Dra. Mary Kalin, del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias, abordó la situación de la flora de la Cordillera de Los Andes ante el cambio climático. La especialista señaló que existen 6.700 especies de plantas en una superficie de 5,3% de América Latina. « Es decir, existe una alta concentración de especies un espacio muy reducido ».
La importancia de esta vegetación de alta montaña, explicó Kalin, reside en que la integridad de estos ecosistemas son fundamentales para el suministro de agua y la estabilidad de las laderas, y por tanto el bienestar de la comunidad en general.
« Sin embargo, las especies de alta montaña están entre las más vulnerables frente al Cambio Climático debido a las alzas de temperatura, ya que las altas montañas de Chile Central se están calentando a una mayor tasa que las áreas de menor elevación, lo cual podría redundar en cambios significativos en la flora, fauna y vegetación ».
Asimismo la experta subrayó el hecho que « el valor inmenso de la flora y vegetación de las altas montañas en Chile está subvalorado por el estado y la gente en general, ya que la tendencia es enfocarse en la biodiversidad de los bosques ».
Durante el segundo bloque de la sesión, se dieron a conocer diversas experiencias y proyectos desarrolladas por la Facultad de Cienicas Agronómicas, la Fundación Allende Connelly, en conjunto con estduiantes de colegios de enseñanza media y básica, tal como monitoreo ambiental, exploración de genómica, contribución de microorganismos en plantas para paliar el déficit hídrico, entre otros.