Investigadores del programa de Genética Humana hicieron el primer estudio de genomas completos en el país, con muestras antiguas de cazadores recolectores marinos de la Patagonia. Financiado por Conicyt, el proyecto fue liderado por científicos chilenos en colaboración con las universidades de Stanford y Copenhague. El estudio logró establecer la afinidad genética de comunidades contemporáneas y ancestrales, a pesar de la rápida disminución de las poblaciones originarias tras la llegada de colonos europeos, que en algunos casos terminaron en genocidio.