Infectólogos y especialistas en microbiología reunidos en la Universidad de Valparaíso analizaron el actual escenario que enfrenta nuestro país y dieron a conocer cuáles son las principales patologías emergentes y qué zonas del territorio nacional son las más expuestas a sufrir sus efectos. Llamaron tanto a autoridades como a especialistas a enfrentar el desafío de prevenir la aparición de brotes de enfermedades infecciosas de origen tropical no endémicas, “para algunas de las cuales existen vacunas, exámenes y tratamientos y para otras no”, señaló el médico infectólogo Rodrigo Cruz. Al mismo tiempo la pediatra infectóloga Karen Ducasse alerta sobre otro aspecto central en este tema: la necesidad de actualizar los planes de vacunación, especialmente los dirigidos a niños.
Los cambios en el clima, el fenómeno migratorio, el auge del turismo y los movimientos antivacunas están modificando el escenario epidemiológico nacional a tal punto que los expertos auguran el surgimiento inevitable de brotes de complejas -y en algunos casos mortales- enfermedades infecciosas de origen tropical que hasta hace algunos años eran inexistentes en el territorio de Chile continental, como la fiebre amarilla, la malaria, la tiña corporis, la lepra, la tuberculosis multirresistente, la leishmaniasis, la filariasis linfática, la histoplasmosis y estrongiloidiosis, entre otras.
El tema se analizó en profundidad por médicos infectólogos y especialistas en microbiología reunidos en la X Jornada de Infectología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, espacio en el que dieron a conocer cuáles son las principales nuevas patologías que amenazan a los chilenos, cuáles de ellas ya están presentes en nuestro país, qué zonas son las más afectadas y qué tipo de personas son las más expuestas a sufrir sus efectos.
Frente a esta realidad, el médico infectólogo de la U. de Valparaíso Rodrigo Cruz -coordinador general del encuentro- aseguró que esta situación es una realidad que no se puede desconocer y que, por consiguiente, el Estado debe preocuparse de diseñar y aplicar, a la brevedad, un plan estratégico de vigilancia de enfermedades emergentes, así como, también, campañas específicas destinadas a informar en forma oportuna y adecuada a la población de los eventuales riesgos a los que podría estar expuesta.
Factores que cambiaron el panorama
“En Chile persiste la tentación de asociar este tema sólo con el arribo de inmigrantes, lo que es incorrecto, ya que en él están involucradas muchas otras variables. Por ejemplo, es un hecho que algunos chilenos que han viajado por vacaciones o trabajo a ciertos países de América, África o Asia regresan infectados o traen consigo microorganismos parásitos que son una amenaza latente, o como ya ocurre en el norte, en Arica y Parinacota, donde el cambio climático está generando condiciones propicias para que el mosquito que trasmite el dengue o la fiebre amarilla se reproduzca y permanezca allí”, argumentó el doctor Cruz.
«Lo concreto es que hoy, tanto las autoridades como los especialistas, enfrentamos el desafío de prevenir la aparición de brotes de enfermedades infecciosas de origen tropical no endémicas causadas por virus, bacterias, hongos y gusanos parásitos, para algunas de las cuales existen vacunas, exámenes y tratamientos y para otras no», agregó.
El infectólogo descubrió el año pasado la presencia del Cryptococcus gattii por primera vez en Chile, específicamente en Limach. Las esporas de este peligroso hongo originario de las selvas tropicales, al ser inhaladas por las personas, pueden causar severas infecciones pulmonares y meningitis. Por eso el especialista sostuvo que es imperioso contar con centros de vigilancia y de diagnóstico para viajeros, tamizajes, medicamentos y planes de vacunación especialmente enfocados en estos aspectos.
Además, aseguró que este desafío también impactará en los planos académico y clínico.
“Esto nos lleva a plantearnos también si la forma en que enseñamos la medicina en Chile y el modo en que preguntamos en los exámenes -principalmente el Eunacom, que se basada en el estudio y descripción de cuadros y no en el estudio de las patologías- nos sirve efectivamente para hacer frente a lo señalado”, sentenció Cruz.
Vacunación y niños
En línea con lo anterior, la pediatra infectóloga Karen Ducasse, quien también es docente de la Escuela de Medicina de la UV, alertó sobre otro aspecto central en este tema: la necesidad de actualizar los planes de vacunación, especialmente los dirigidos a los niños.
“Los fenómenos descritos van a cambiar, mejor dicho, están cambiando irreversiblemente el perfil epidemiológico de nuestro país. Y para estar preparados es necesario conocer el estado de vacunación, la cobertura de inmunización, los patrones de enfermedad y qué desplazamientos tienen los migrantes que llegan y también los chilenos que viajan, para saber a qué tipo de nuevas enfermedades pudieran estar expuestos, cómo y dónde viven hoy y qué barreras tienen para acudir al servicio de salud”, aseguró la especialista.
En lo específico, la doctora Ducasse advirtió que una arista relevante en esto es el tema del hacinamiento de quienes llegan a Chile, en especial de los niños, que por lo general son los que menos cumplen con la cobertura necesaria de vacunas.En efecto, el 14% de los migrantes que arriba a nuestro país corresponde a niños y adolescentes menores de 15 años, de los cuales el 11% viven hacinados y presentan inmunidad subóptima en DPT, sarampión, polio y tuberculosis. Otro tanto exhibe déficit vacunatorio en patologías como la poliomielitis, rotavirus, fiebre amarilla, rubeola, sarampión, difteria y paperas.