En un baile brillante, una cornucopia de flores, piñas y bellotas conectadas por el viento, la lluvia, los insectos y los animales aseguran el futuro reproductivo de las plantas de semillas. Pero antes de que las plantas lograran estas elaboradas especializaciones para el sexo, atravesaron millones de años de evolución. Ahora, los investigadores han captado un vistazo de ese proceso evolutivo con el descubrimiento de una nueva especie de planta antigua.