Proyecto de investigación doctoral, que será destacado por la revista Nature Communications en próximos días, activó una colaboración entre laboratorios de seis países que permitió generar este hallazgo. Estudio describió cómo la proteína IRE1α es capaz de regular la reparación del daño en el ADN, una de las principales causas de la progresión y desarrollo de esta patología. Los resultados pueden ser una puerta de entrada a nuevos blancos terapéuticos contra la enfermedad, destaca Claudio Hetz, director del Instituto de Neurociencia Biomédica.