Proyecto se instalaría en Antofagasta y está en fase de recaudar los US$ 21 millones que requiere la construcción del recinto.Una vez operativo, tendría capacidad para procesar 12 millones de vacunas en cuatro meses.
Un estudio de la revista nature escrito por un equipo global de científicos y dirigido por Sumit Chanda, Ph.D., profesor del Instituto de Descubrimiento Médico Sanford Burnham Prebys, ha identificado 21 medicamentos existentes que detienen la replicación del SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19.
El Centro de Nuevos Fármacos para Hipertensión (CENDHY por sus siglas en inglés) adjudicado por el Dr. Javier Morales Montecinos de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, forma parte de un proyecto Anillo que reúne a investigadores de la Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad Andrés Bello, para desarrollar nuevos fármacos y nuevos sistemas de entrega de fármacos para el tratamiento de la hipertensión arterial.
Aunque en algunos casos provocó fiebre, los efectos no fueron graves. Las dos firmas involucradas esperan probarla en hasta 30 mil participantes a fines de julio y producir hasta 100 millones de dosis en lo que queda del año.
Los medicamentos comúnmente recetados para tratar la presión arterial alta también pueden reducir el riesgo de cáncer colorrectal de los pacientes, según una nueva investigación publicada hoy en Hypertension, una revista de la American Heart Association.
Los niños con problemas de salud microvascular desarrollaron una presión arterial sistólica más alta en el transcurso de un estudio de cuatro años. El estrechamiento de las arterias retinianas en niños que comenzaron el estudio con presión arterial normal predijo el desarrollo de presión arterial alta durante la primera infancia.
Investigador chileno que dirige el equipo que busca desarrollar una vacuna contra el coronavirus alaba la colaboración internacional en torno a la búsqueda de este antídoto, pero también pide mesura y bajar un poco las expectativas en torno a cuándo llegará.
Para los millones de estadounidenses que sufren de presión arterial alta, los informes que identifican la hipertensión como un factor de riesgo significativo para enfermedades graves y muerte relacionadas con covid-19 pueden parecer atemorizantes. Sin embargo, una noticia tranquilizadora ha surgido de la confusión que debería aliviar al menos parte de la preocupación.
Los pacientes en condiciones graves frente a COVID-19, presentan una inflamación severa que se puede relacionar con la activación de macrófagos. A un grupo de 19 paciente en estado grave se les administró durante 10 a 14 días, acalabrutinib, inhibidor selectivo de la enzima tirosina quinasa de Bruton (BTK) que regula la señalización y activación de los macrófagos. Al final del tratamiento el 72,7% de los pacientes fue dado de alta, lo que demuestra que tratar la hiperinflamación con un inhibidor de BTK es una estrategia terapéutica frente a COVID-19, lo que ha llevado a un ensayo clínico clínico aleatorizado prospectivo.
A raíz de la publicación de información en medios de prensa nacional respecto del uso de ivermectina como terapia para pacientes COVID-19, creemos necesario puntualizar: