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El análisis de fósiles de tiburones, rayas y quimeras encontrados en el centro y sur de Chile permitió a científicos identificar y conocer el comportamiento de esas especies costeras durante el Mioceno temprano.
El descubrimiento de una nueva especie extinta de tiburón sierra, Pristiophorus humboldti, sumado al hallazgo del primer fósil de un tiburón del grupo de las musolas isas (Mustelus) para el Pacífico de Sudamérica y el primer registro fósil del tiburón zorro (Alopias superciliosus) para Chile, fueron algunos de los resultados del estudio realizado por científicos de la Universidad de Viena, la Universidad Austral de Chile y la Universidad de Mánchester, que permitió aumentar de 13 a 21 el número registrado de condrictios, es decir, tiburones, rayas y quimeras del Mioceno temprano en Chile.
Los condrictios son peces con esqueleto cartilaginoso que aparecieron hace más de 450 millones de años en la tierra. El registro fósil de estos peces en Chile es abundante durante el Mioceno medio a tardío, esto es, entre 16 a 5 millones de años antes del presente. Sin embargo, hasta ahora la evidencia de su existencia durante el Mioceno temprano (23 a 16 millones de años) ha sido escasa, por lo que los hallazgos de la investigación liderada por Jaime Villafaña, biólogo marino y candidato a doctor en Ciencias Naturales de la Universidad de Viena configuran un avance sustancial en esta área.
Para el estudio se examinaron dientes y placas dentales fósiles de condrictios colectados de tres formaciones geológicas situadas en el centro y sur de Chile: Navidad, en el litoral central; Ranquil, en la península de Arauco; y Lacui, en Chiloé. Los fósiles colectados por el Dr. Sven Nielsen, académico del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Austral de Chile, docente del Doctorado de Ecología y Evolución y coautor del estudio, permiten expandir el conocimiento sobre condrictios del Mioceno temprano hacia el sur, que hasta ahora no contaba con registros.
Entre las múltiples revelaciones de este estudio, sobresale el registro inédito de una especie de tiburón, ya extinta, que habitaba la costa entre Perú y Chile, por la corriente de Humboldt, motivo por el que se le nombra como Pristiophourus humboldti o tiburón sierra de Humboldt.
La investigación encabezada por Jaime Villafaña ha sido fundamental por documentar vertebrados marinos que existieron en un periodo más cálido, como lo fue el Mioceno temprano, y que, posteriormente con la disminución drástica de la temperatura y la formación de las masas de hielo en Antártida, evolucionaron, migraron o se extinguieron. Esto permite comparar con zonas y tiempos geológicos posteriores para entender la relación entre el cambio climático y las fluctuaciones en la diversidad de especies.
“Si el cambio climático que ocurrió en el pasado tuvo un efecto real en los condrictios del pasado, también podría tener un importante efecto el cambio climático actual”, afirma Villafaña.
En este sentido, el Dr. Nielsen explica, “La diferencia entre los cambios en el registro fósil con los cambios de hoy es la temporalidad. En el registro geológico estos cambios climáticos generalmente pasan a escala de cientos de miles de años y ahora lo vemos en muy pocos años. El problema no es el cambio como tal, sino la velocidad del cambio porque no da tiempo para adaptarse. Esa es la gran diferencia, porque cambio de temperatura siempre hubo, pero no a esta velocidad. Es el riesgo que corren muchos organismos que no logran adaptarse al clima. Enfrentan un peligro bastante mayor de extinción”.
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En el estudio, los científicos determinaron que la diversidad de bacterias que hay en las casas disminuye mientras el ambiente se vuelve más urbano. Crédito de la imagen: Bruno Thethe / Unsplash [Uso libre].
El nivel de urbanización de una población tiene un importante impacto en la diversidad y abundancia de bacterias y hongos presentes tanto en los hogares como en la población. Mientras los hogares rurales poseen más bacterias y menos hongos, en las ciudades ocurre a la inversa. Esto podría tener efectos en la salud humana, aumentando la predisposición a ciertas enfermedades no transmisibles, según concluyó un estudio realizado en poblaciones de Perú y Brasil.
Considerando que la urbanización genera cambios en la dieta, las casas y la exposición al medio, expertos de Inglaterra, Estados Unidos, Perú y Brasil buscaron determinar si el universo de microbios que hay en los hogares y en sus habitantes también se ve afectado.
Para ello, en su estudio publicado en Nature Microbiology analizaron poblaciones en la Amazonía, con diferente grado de urbanización, donde tomaron muestras en distintas partes de las casas y también del cuerpo de los habitantes.
Las muestras fueron recolectadas en Checherta, un pueblo aislado en la selva amazónica peruana; el poblado rural Puerto Almendra, en Perú; la ciudad peruana de Iquitos, y la metrópoli Manaus, en Brasil.
En esta ciudad, además, se incluyeron viviendas de bajos y medianos ingresos, para ampliar la perspectiva. Eso permitió un espectro de muestras de casas que iban desde chozas de paja sin paredes, casas de madera sin cañerías, hasta inmuebles con mayores comodidades.
Las colectas se hicieron en paredes, pisos, camas o hamacas, sillas, mesas, grifos o contenedores de agua, entre otros. Las muestras humanas se tomaron en la piel del brazo, mano y pie, además de muestras orales, nasales, anales y fecales.
Con ello los científicos determinaron que la diversidad de bacterias que hay en las casas disminuye mientras el ambiente se vuelve más urbano. Pero en el caso de los hongos, ocurre lo opuesto.
En efecto, al comparar las muestras, hongos como Malassezia, Aspergillus y Candida —hongos asociados a la piel— fueron más abundantes en ambientes urbanos, y también en sus habitantes. Por ejemplo, muestras tomadas de los pies de los habitantes de bajos ingresos evidenciaron diferentes marcadas para Candida (0,66 por ciento en Checherta versus 8,24 por ciento en Manaus) y Aspergillus (0,23 por ciento en Checherta versus 6,03 por ciento en Manaus).
Así, el estudio determinó que los habitantes de los hogares rurales o selváticos estaban expuestos a menos hongos que colonizan el cuerpo, en comparación con los citadinos.
“El grado de urbanización se correlaciona con cambios en la composición del microbioma. En este contexto, una caracterización exhaustiva y extensiva del microbioma de las poblaciones sudamericanas en distintos contextos de urbanización aportará nuevos datos sobre esta relación y su rol en la salud”.
Gregorio Iraola, Instituto Pasteur de Montevideo (Uruguay).
“Este último resultado nos sorprendió”, dijo a SciDev.Net María Gloria Dominguez-Bello, académica del Departamento de Bioquímica y Microbiología de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, y coautora del estudio. “Estamos tratando de comprender cómo se altera el ambiente natural con las ciudades. Lo que pasa con los hongos es algo que no entendemos bien aún”, agrega.
Una de las razones de la mayor presencia de los hongos en las ciudades podría ser la temperatura más cálida que suelen haber en los hogares urbanos, donde el intercambio de aire es más reducido al igual que la luz natural. Pero los productos de limpieza también podrían jugar un rol crucial.
Los investigadores observaron que la diversidad de productos químicos que terminan adheridos a las superficies interiores de los hogares aumenta drásticamente con la urbanización, pues hallaron que las moléculas derivadas de medicamentos y agentes de limpieza estaban en el interior de los hogares urbanos, pero no en las casas rurales.
Con los datos obtenidos los investigadores creen que un mayor uso de productos antimicrobianos y de limpieza en los entornos urbanos haría que los hongos sean menos sensibles a estos agentes y aumente su presencia.
“Por un lado, los productos de limpieza son buenísimos porque con ellos controlamos los focos de infección, pero por otro están limitando la exposición de los bebés a los microorganismos”, lo que hace que el sistema inmune no se desarrolle como debiera, dijo María Gloria Dominguez-Bello. Esa sería una de las posibles explicaciones de que las llamadas enfermedades modernas — como el asma o las alergias, entre otras— sean hoy una epidemia, agregó.
Asimismo, estudios anteriores realizados por los investigadores hallaron que la microbiota humana también es afectada por la urbanización. En esta investigación en particular observaron que la diversidad de hongos en la microbiota disminuye con la urbanización.
“Este estudio demuestra que el grado de urbanización se correlaciona con cambios en la composición del microbioma. En este contexto, una caracterización exhaustiva y extensiva del microbioma de las poblaciones sudamericanas en distintos contextos de urbanización aportará nuevos datos sobre esta relación y su rol en la salud. Este es el objetivo principal de Latinbiota, un proyecto internacional que actualmente llevamos a cabo en colaboración con más de 10 países latinoamericanos”, comentó a SciDev.Net Gregorio Iraola, investigador del Instituto Pasteur de Montevideo, Uruguay, que lidera ese estudio regional.
Latinbiota busca analizar y caracterizar la microbiota de la población de Latinoamérica, y cuenta con el apoyo del Instituto Sanger de Inglaterra. El trabajo se construye sobre la base de la dieta de la región —diferente a la europea, por ejemplo— puede condicionar la composición de microorganismos presentes en los intestinos. Conocer estas características puede ayudar a evaluar el uso de fármacos cuyo efecto puede ser afectado por la composición de la microbiota, y diseñar tratamientos a medida para la población regional.
Si bien los resultados del trabajo no se pueden generalizar a todas las ciudades, sí dan una idea de lo que está ocurriendo, dijo a SciDev.Net Gonzalo Osorio, académico del Programa de Microbiología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, y quien no fue parte del estudio. “Aunque puede haber diferencias específicas según el lugar, las consecuencias serían las mismas”, agregó.
Por otro lado, entender qué pasa con estos microorganismos es cada vez más importante en el contexto del cambio climático. “Las bacterias dependen mucho de la temperatura. Solo un pequeño cambio en ella puede aumentar enormemente su proliferación”, explica el experto.
“Cuando se habla de polvo o tierra se lo asocia con algo sucio. Y eso no es así. No se trata de que todos volvamos a vivir a la selva, pero sí de volver a tener contacto con la tierra”, dice María Gloria Dominguez-Bello. Esta limitación hace más importante el entender cómo la vida en las ciudades afecta a estos microorganismos para lograr proteger a los que son beneficiosos para el ser humano.
La OMS afirma que los enfermos pueden presentar dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigo, dolor torácico, hemorragias nasales y palpitaciones anormales.
La hipertensión es una de las enfermedades más comunes en Chile y es el principal factor de riesgo al que se le atribuyen la mayor cantidad de muertes por enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y renales.
Según el Ministeriod e Salud «se estima que 56,4% de las muertes por enfermedad isquémica cardíaca, 56,3% de la enfermedad cerebrovascular, 100% de la enfermedad hipertensiva del corazón, y 55.6% de la enfermedad renal crónica son atribuibles a la presión arterial (PA) sistólica elevada».
Piden considerar «las múltiples demandas de justicia social respecto a las temáticas de salud y medio ambiente, educación, pensiones y jornadas laborales justas y, por otra, información y evidencias relevantes respecto a las necesidades de las personas, que permitan trazar el acuerdo social que en estos días ha sido reconocido como necesario por todo el entramado social».
Los investigadores han producido algunas de las primeras pruebas que muestran que la selección artificial y la selección natural actúan sobre los mismos genes, una hipótesis predicha por Charles Darwin en 1859.
Con la aprobación unánime de los miembros de su Consejo Superior Universitario, la Universal Austral de Chile (UACh) nombró el pasado jueves 12 de septiembre al biólogo e investigador de la FCB como de CAPES, Francisco Bozinovic, Doctor Honoris Causa de la institución.
El galardón es la máxima distinción académica que otorga esta universidad “a personalidades externas que hayan contribuido de manera extraordinaria al avance del conocimiento en el campo de las ciencias o de las humanidades, al desarrollo de las artes y las letras o, en general, a la promoción ejemplarizadora de altos valores éticos y sociales”. En su historia, sólo 32 personas han recibido este reconocimiento.
Para el Dr. Bozinovic, tanto su nominación como su posterior ratificación significan “una alegría y un honor inmensos, sobre todo considerando que son tus propios ex alumnos los que te proponen como candidato a la distinción, y que se trata de una de las más prestigiosas universidades del país”.
Entre las razones de su nombramiento, destaca el enorme rol que ha jugado el Dr. Bozinovic en la formación de profesionales e investigadores de altísimo nivel en el ámbito de la ecología y la fisiología evolutiva. A lo largo de su carrera, el académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica y director de su Departamento de Ecología ha guiado las tesis doctorales de 21 científicos, muchos de los cuales, asimismo, han traspasado su legado a otras generaciones.
Sobre ese mismo legado, el Dr. Bozinovic confiesa: “Mi interés inicial como científico era el de investigar. A la docencia llegué de rebote. Sin embargo, hoy hacer clases y formar alumnos representa una de las experiencias más gratificantes en mi carrera como investigador, pues se trata de la formación de una verdadera escuela de pensamiento que te sobrevive. Cada uno de los investigadores que pasaron por mi laboratorio yo los considero mis hijos, nietos, y hasta mis bisnietos académicos”.
El Decano de la Facultad de Ciencias Biológicas, Dr. Juan Correa, ratifica el papel que le ha cabido al profesor Bozinovic como formador de jóvenes científicos que han consolidado una escuela de pensamiento disciplinar. El Decano también expresó su alegría por el merecido reconocimiento que le ha realizado la UACh al profesor Bozinovic, y el orgullo de contarlo entre los académicos de la unidad.
Con más de treinta años de investigación en el cuerpo, el Dr. Bozinovic ve en este reconocimiento un impulso para continuar su trabajo, que a lo largo de su fértil trayectoria lo ha llevado a explorar temas como la energética y la termorregulación de organismos, la fisiología evolutiva, y la fisiología del cambio climático, un campo más aplicado de la ecología que hoy está en el centro de sus investigaciones.
Se espera que la Universidad Austral de Chile comunique en los próximos días la fecha de ceremonia de investidura.
Iniciativa busca generar redes y fortalecer vínculos para la investigación en genómica e inmunología de peces entre ambos países (Mundo Acuícola).
“Genomics of Coinfection of Pathogens in Salmonid Fish” se denomina el proyecto adjudicado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), en el Concurso Apoyo a la Cooperación en Investigación Chile-Suecia 2018.
Se trata de la primera convocatoria conjunta entre la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) y la Fundación Sueca para la Cooperación Internacional en Investigación y Educación Superior (STINT), que busca generar redes y fortalecer vínculos entre las comunidades científicas de ambos países.
El proyecto colaborativo fue presentado por el grupo chileno que encabeza el Profesor Dr. José Gallardo, genetista de la Escuela de Ciencias del Mar, y cuenta con la colaboración del Profesor Dr. Luis
Mercado, inmunólogo de peces del Instituto de Biología, y de la investigadora postdoctoral, Dra. Carolina Figueroa, de la Escuela de Ciencias del Mar, quien fue fundamental en la formulación de la propuesta.
En tanto, el grupo sueco lo lidera el académico e investigador, Dr. Anti Vasemägi de la Swedish University of Agricultural Sciences (SLU), quien destaca a nivel internacional por su investigación en biología evolutiva, genómica y genética de peces, siendo actualmente editor asociado de las revistas Evolutionary Ecology y Conservation Genetics.
Adicionalmente, el grupo sueco es integrado por el Dr. Mikhail Ozerov, investigador postdoctoral en la Swedish University of Agricultural Sciences.
Propuesta
La propuesta -que será financiada por CONICYT y STINT-, se desarrollará entre este 2019 y el 2022 y como principales actividades contempla investigación colaborativa en el ámbito de la genética, genómica e inmunología de peces, así como en la vinculación con la sociedad mediante la organización de seminarios con la industria y cursos de postgrado. Incluye también un sólido programa de estadías de investigadores y tesistas de postgrado suecos en Chile y chilenos en Suecia.
La propuesta surge a raíz del impacto de los patógenos en diferentes poblaciones de salmónidos silvestres y de cultivo y particularmente del incremento de reportes de coinfecciones naturales de patógenos, cuyas consecuencias para la salud de los peces han sido poco estudiadas.
Sobre este tema, explica el doctor Gallardo: “Hemos demostrado que existe variación genética heredable para la resistencia a la coinfección en el salmón del Atlántico. Además, demostramos recientemente que cuando el salmón de cultivo tiene múltiples infecciones, la eficacia de las vacunas puede disminuir drásticamente”. El académico precisó que el desarrollo de este proyecto, fortalecerá el uso de la primera supercomputadora de la PUCV, instalada en Valparaíso, como parte del proyecto OCÉANO de FONDEQUIP.
Por su parte el Dr. Mercado indicó: “Nuestro grupo posee la experiencia para caracterizar a nivel celular y molecular la capacidad de respuesta inmune de peces salmónidos. Recientemente lo hemos hecho a nivel poblacional en peces cultivados en mar, por lo cual poseemos datos y la posibilidad de evaluar nuevos marcadores moleculares en colaboración con el grupo sueco”. Por su parte, la alta experiencia en genómica de peces de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas (SLU) permitirá avanzar en la comprensión del impacto de la coinfección en la salud de los peces al comparar peces silvestres con peces de cultivo.
“Nuestros grupos de investigación complementan adecuadamente el conocimiento y la experiencia en enfermedades bacterianas y parasitarias relevantes para el salmón silvestre y de cultivo”, destacó Gallardo.
En tal sentido explicó que “propusimos un enfoque multidisciplinario que integra la mejora genética, la genómica y la inmunología para mejorar nuestra compresión de la interacción huésped-patógeno en los salmónidos”. Por lo anterior: “nuestra propuesta promueve la investigación sobre la patogénesis y las plagas de patógenos en animales, con un impacto en la preservación de la pesca en Suecia y en la sostenibilidad de la acuicultura en Chile”, puntualizó.
La Universidad de Concepción inició este jueves su primer curso sobre el uso medicinal de la cannabis sativa y sus derivados en personas.
La iniciativa, lleva por nombre “Fitocannabinoides en medicina y sistema endocannabinoide:Mecanismos de acción, uso clínico y riesgos asociados”, la cual cuenta con 50 participantes y que se lleva a cabo en la sede Santiago de la casa de estudios, ubicada en calle Marchant Pereira Nº10, Providencia.
Fernando Sepúlveda, profesor asistente del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción y coordinador académico de la actividad, explicó que -en su mayoría- son médicos y otros profesionales del área de la salud quienes son parte del curso.
“Es un curso de capacitación que busca entregar competencias a los profesionales de la salud en materias que tienen que ver con la utilización de cannabis y sus derivados, tanto con una mirada terapéutica, como también con la mirada de los riesgos”, señaló Sepúlveda, acotando que se decidieron por Santiago para poder abarcar una mayor cantidad de interesados.
A su vez, indicó que el curso busca hacer entrega de información que sea útil para los prestadores de salud, específicamente a quienes trabajan con personas y que son los que se “enfrentan” día a día a los pacientes.
En lo que se refiere al uso de la cannabis de forma medicinal, Sepúlveda expresó que “la sociedad se adelantó al ambiente médico, a la academia y a la universidad”, agregando que lo que les espera ahora como casa de estudios es “responder y tratar de orientar, de ayudar. Hacer lo que hacen las universidades, que en el fondo es generar conocimiento y vincularse con la sociedad”.
Consultado sobre la efectividad de dicha planta para tratar padecimientos médicos, Sepúlveda expuso que “existen enfermedades que son susceptibles de ser curadas con cannabinoides, sin embargo, son enfermedades que hoy están definidas como raras”, afirmando además que existen otras condiciones comunes, pero que no se ha comprobado que puedan ser curadas por la cannabis.
Asimismo, expresó que existen varias situaciones que son potencialmente riesgosas, señalando que “cualquier disfunción orgánica aguda, como un corazón latiendo mal o un hígado funcionando mal, son todas condiciones en las que yo no recomiendo que se usen cannabinoides”, aconsejando que las sintomatologías se normalicen primero para luego proceder al tratamiento señalado.
En esa misma línea, el profesor apeló a no aplicar derivados de la cannabis en lo referido a “enfermedades mentales complicadas, como la esquizofrenia, los trastornos esquizoides, la depresión profunda y trastornos bipolares”.
“Lo que nosotros buscamos es contextualizar la parte buena, pero también contextualizar la parte riesgosa”, cerró Fernando Sepúlveda.
En definitiva, la metodología consistirá en clases lectivas de una hora de duración, a cargo de profesionales expertos de los diversos temas a tratar.
En relación a los horarios, la jornada de este jueves se extenderá hasta las 18:00 horas, mientras que la segunda -y final- se desarrollará mañana desde las 09:15 hasta las 19:00 horas, esto en la dirección ya señalada.
Ingerir grasa y no engordar es posible, si se inhibe una enzima del cuerpo. Conseguirlo fue un quebradero de cabeza para la ciencia, pero en Chile ya se patentó la fórmula y está ad portas de terminar su estudio en animales.
¿Cuan milagroso sería pensar que con un simple fármaco podrías evitar que engordes aún teniendo una dieta alta en grasas y, por ende, sin sufrir de hipertensión, colesterol alto y diabetes? Suena a algo que sólo ocurriría en los sueños, pero lo cierto es que en Chile un equipo de científicos está haciendo que parezca posible lo que debería ser considerado como “el medicamento del siglo”.
En el mundo se estima que el 13% de la población es obesa, mientras que el 30% sufre del síndrome metabólico. Por ende, las muertes en todo el planeta ligadas a problemas de peso, considerada la gran pandemia del siglo XXI, se cuentan por millones.
La prometedora iniciativa científica lleva unos doce años urdiéndose en Chile, a cargo de los doctores Carlos Fardella y Pablo González, del Consorcio Tecnológico en Biomedicina Clínico Molecular (BMRC) de la Universidad Católica.
Ingerir grasa y no engordar es posible, si se inhibe una enzima del cuerpo. Conseguirlo fue un quebradero de cabeza para la ciencia, pero en Chile ya se patentó la fórmula y está ad portas de terminar su estudio en animales.
La magia ocurre con la enzima “11 beta tipo 1”. Hace algunos años, la ciencia descubrió que su presencia incidía directamente con la gordura. Básicamente, ese elemento hace que la cortisona, una hormona inactiva, se convierta en cortisol. Esa sustancia es la que se aloja en la zona del abdomen, además de la sangre, e incita al cuerpo a acumular grasa.
“Si el cortisol es capaz de producir aumento de peso, de grasa, y la hipertensión, bloquear esta enzima sería ideal. Cuando se supo, partieron varios grupos científicos tratando de hacer lo mismo, pero fallaron. No porque no inhibieran la enzima, sino porque sus compuestos, además de inhibir la ‘tipo 1’, hacían lo mismo con la ‘tipo 2’. Eso producía hipertensión y la gente podía morir, y es justo el efecto no deseado”, cuenta a Publimetro el doctor Fardella.
El equipo chileno se volcó al laboratorio y al computador, y luego de recurrir a modelos computacionales de selección, lograron dar con dos compuestos capaces de inhibir a la famosa “11 beta tipo 1”, sin afectar a la otra enzima. Tras eso, lo probaron en células y bingo: podían evitar que la cortisona se convirtiera en cortisol. “Obviamente esto no es una fórmula al aire, ya la patentamos tanto en Chile como en Estados Unidos”, afirma el científico.
Lo que podría ser una proeza, ahora está finalizando sus estudios preclínicos con animales, y de aquí a fin de año ya verá sus resultados. “Lo que estamos probando es que las ratas bajen de peso y los estudios hasta ahora demuestran dos cosas: primero, que es absorbido por las ratas y se acumula en la grasa, y que el compuesto no es tóxico para ellas”, señala Fardella.
Si la investigación de la UC demuestra su efectividad, sería un remezón pocas veces visto en la medicina mundial. Ni que decir en Chile, donde el 74% de los mayores de 17 años tiene exceso de peso y casi un tercio de toda la población presenta obesidad.
“Imagina la importancia que tendría: sería el primer fármaco real en tratar la obesidad, la diabetes, la hipertensión y los trastornos metabólicos de los triglicéridos y colesteroles. Ya de pensarlo se eriza el pelo. Sería lo que todo el mundo ha buscado por años, un tremendo logro de la ciencia chilena”, afirma el investigador.
Para que el fármaco demuestre su efectividad en humanos, es esencial el resultado que saldrá en los próximos meses del experimento en ratas. Si bien nada es 100% seguro, hasta ahora no ha tenido ningún efecto secundario. “Todo apunta que, por los antecedentes de los estudios in vitro, la buena tolerancia, por la capacidad del fármaco de irse a la grasa abdominal, debería andar bien”.
A futuro, el fármaco mataría “tres pájaros de un tiro: la obesidad, la hipertensión y la diabetes”. Preliminarmente prescribir para la gente obesa, aunque otra posibilidad es usarla de manera preventiva, para aquellas personas con predisposición genética a engordar.
En el sector público no se ha registrado un alza significativa en la entrega de la pastilla.
Después de una década en Chile, y a sólo cuatro años de que se permitiera su venta sin receta médica, la píldora del día después vuelve a estar en primera línea luego que la última encuesta Cadem revelara que el 76% de los chilenos apoya su uso como método de anticoncepción de emergencia.
De acuerdo a las cifras del mercado privado, el uso de esta alternativa creció 1.091% desde septiembre de 2009, fecha en la que Escapel fue lanzado en nuestro país bajo el nombre de Escapel 1, un producto desarrollado en Europa, certificado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA por su sigla en inglés) y que en Chile es comercializado -con la aprobación del Instituto de Salud Pública (ISP).
Según los antecedentes, en 2009 el consumo del método alcanzó a 26 mil 747 dosis. Nueve años más tarde, en 2018 se vendieron 345 mil 506 dosis, es decir, su uso aumentó alrededor de 13 veces desde su lanzamiento, y luego que la ley que fija las Normas sobre Información, Orientación y Prestaciones en materia de regulación de la fertilidad, permitiera su distribución, tanto en el sistema público como el privado.
En 2015, el Instituto de Salud Pública (ISP) publicó un decreto que permitió la dispensación de la PAE en farmacias, sin receta médica. El hecho generó que la demanda por Escapel y sus genéricos se incrementaran en, aproximadamente, un 195% al año 2018.
En el servicio público de salud, donde la píldora se entrega de manera gratuita, el incremento en el uso del medicamento ha sido bajo comparado con el alza que ha tenido en el sistema privado. Si en 2010 se distribuían 49 mil 418 cajas de levonorgestrel, en 2018 sólo se entregaron 55 mil 584.
El ginecólogo experto en anticoncepción, Guillermo Galán, explicó que el bajo consumo de la píldora del día después en el sistema público se debe a factores de carácter sociocultural, pues “gran parte de la población no obtiene la píldora por falta de información” y además, “aún persisten mitos que no permiten el esperado uso que debiera tener el fármaco: asustan con que es abortivo; y yo me pregunto cómo va a serlo si está comprobado científicamente que impide la unión del espermio con el óvulo”.
La pastilla de anticoncepción de emergencia es un método que se usa para evitar un embarazo no planeado después de una relación sexual sin protección o cuando la alternativa utilizada falla, como ruptura de condón o el olvido de la pastilla habitual.
La pastilla destaca por su presentación en una dosis de 1,5 miligramos de levonorgestrel, una sustancia que inhibe o retrasa la ovulación, razón que explica su nulo efecto abortivo, por cuanto en ausencia del óvulo, no puede haber fecundación.
De acuerdo a lo detallado por Galán, para que el levonorgestrel logre su efecto, “la pastilla debe tomarse máximo 72 horas posteriores a una relación sexual desprotegida, considerando siempre que su efectividad disminuirá con el paso del tiempo”.
“Cualquier mujer puede administrar la píldora; incluso, aquellas que tienen patologías mamarias, hipertensión, diabetes, entre otras enfermedades”, argumentó.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la píldora figura como una de las más eficaces y seguras para evitar el embarazo.
Según los datos, existe un 25% de probabilidades que el fármaco, una vez administrado, cause un poco de náuseas, mareos y vómitos.