El 2007, cuatro microbiólogos de la U. de Hong Kong publicaron un estudio en que advertían que un nuevo tipo de coronavirus, encontrado en los murciélagos de herradura, que son comercializados en los mercados húmedos de China, eran «una bomba de tiempo». El mundo político y la academia lo ignoraron. Trece años después, en medio de la pandemia global, el artículo ha sido consultado más de 76 mil veces, siendo la principal referencia para muchos científicos. La Sociedad de Microbiología de Chile –que analizó la publicación– sostiene que «tal como lo hemos visto incluso en estos días, las decisiones sobre la pandemia de SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, son en muchos casos basadas en criterios políticos y económicos, más que en la evidencia científica».