Durante más de un siglo ha habido una fascinación por el aumento sorprendentemente rápido y la diversidad temprana de las plantas con flores (angiospermas). Darwin describió la diversificación aparentemente explosiva de las angiospermas como un «misterio abominable», y continúan los debates sobre el origen y los procesos que impulsan la especiación de angiospermas. La datación del origen de las angiospermas era tradicionalmente prerrogativa de los paleobotánicos que leían el registro fósil de las plantas, pero con la secuenciación del ADN cada vez más sofisticada, los métodos de datación molecular han llegado a la mesa. Muchos fósiles de angiospermas pueden datarse del Cretácico Temprano (∼135 millones de años atrás), lo que ha llevado a los paleobotánicos a razonar que se originaron durante esa época. Ahora se reconoce cada vez más que las angiospermas son probablemente más antiguas que los fósiles más antiguos, pero cuánto más antiguo sigue siendo controvertido.