Muchas afecciones neurodegenerativas, desde el glaucoma hasta la enfermedad de Alzheimer, se caracterizan por lesiones en los axones, las proyecciones largas y delgadas que conducen impulsos eléctricos de una célula nerviosa a otra, lo que facilita las comunicaciones celulares. La lesión de los axones a menudo conduce a deterioro neuronal y muerte celular.