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Cientos son los casos de científicos que trabajan con boletas de honorarios en nuestro país, ellos tienen múltiples deberes, pero muy pocos derechos. Este es el camino en el que se escribe la historia cotidiana de personas que buscan la cura de enfermedades como el Alzheimer, Parkinson y Cáncer, o que figuran en descubrimientos de gran relevancia.
Esta realidad, que por años ha estado oculta, vio la luz pública durante el 12 de noviembre del año 2015 tras la mediática crisis científica que se hizo notar con fuerza en nuestro país. Así -y al igual que los estudiantes secundarios y universitarios pidiendo una educación de calidad y gratuita por la Alameda- Doctores, Magísteres, Profesores y futuros profesionales de distintas carreras de las ciencias naturales y exactas, se manifestaron en la Plaza de la Ciudadanía apostada frente al Palacio de La Moneda. En la ocasión los científicos alzaron sus tubos de ensayo, microscopios y conocimientos, en pro de un anhelo: Que Chile entienda que el desarrollo viene de la mano de la investigación científica, y por ello se requieren condiciones dignas para quienes ejecutan dicha tarea.
Si bien –y para muchos- esta historia se ha repetido anteriormente, sin haber existido resultados que marquen una diferencia, el hecho de manifestar las demandas de manera respetuosa y oportuna, siempre será una forma de expresión válida para la comunidad, que permite crecer y avanzar hacia un mejor futuro.
Anuncio Ministerio de Ciencia y Tecnología:
Luego de un atareado 2015 y durante el mes de enero de este 2016, la Presidenta de la República, Sra. Michelle Bachelet, anunció frente a los medios de comunicación -desde la Casa de Gobierno- que antes del mes de agosto estaría siendo enviado al Parlamento un Proyecto de Ley que contempla la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología en Chile, el cual procurará velar por la investigación, innovación y tecnología de nuestro país.
Lo que parece ser un gran incentivo al desarrollo, también fue un constante anhelo manifestado por la comunidad científica chilena.
Sin embargo -y a pesar del anuncio- la situación actual no es alentadora y no solo afecta a investigadores en nuestro país sino también a quienes han sido beneficiados con Becas Chile, realizando sus Doctorados al extranjero. Ellos, una vez retornados a Chile, se han visto envueltos en un panorama verdaderamente preocupante, en el cual les cuesta iniciar sus propias líneas de investigación, debido al alto índice de competitividad presente en la comunidad.
Natalia Muñoz Barreda, es la representante del movimiento Ciencia con Contrato (CcC), ella comenta que “el tema de los trabajadores científicos a honorarios en programas como FONDECYT es una vergüenza para nuestro sistema de financiamiento de la ciencia. Es algo en parte diseñado y aceptado por los mismos Científicos, Académicos y Universidades. Una manera de abaratar los costos de la investigación o, en otras palabras, de hacer rendir los pocos recursos que se invierten en investigación en el país. Para que eso cambie, primero tenemos que cambiar nuestra manera de entender y medir la productividad científica y su impacto.
Hacer investigación es caro, y normalmente lo más caro es el recurso humano. No en Chile. Aquí hemos seguido el modelo del retail: abaratar costos castigando a los segmentos más vulnerables de la comunidad, que no tienen demasiado campo laboral que compita con este -cuasi- monopolio que son los proyectos financiados por CONICYT.
Agrega que “si dentro de la comunidad científica no se valora el trabajo y se empuja entre todos por mejores condiciones, el Ministerio, que probablemente va a estar al mando de un científico salido de este mismo ambiente, no va a hacer mucho al respecto. Si el Ministerio va a seguir usando como propaganda, como ha hecho CONICYT y la Academia de Ciencias, que aquí podemos publicar un alto número de papers a precio de huevo, el cambio para los trabajadores no va a salir de ahí, lo vamos a tener que seguir peleando en otros frentes”.
Para Natalia la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, no le genera una “fe a ciegas”, ya que plantea que en Chile existe un problema de diseño en las políticas públicas.
“Sí es cierto que en un país presidencialista como Chile influye mucho tener acceso directo a la Presidencia dentro del gabinete en lugar de estar ocupando un rol muy secundario en el Ministerio de Educación. Más allá del ministerio, algo que nos falta como país es un plan estratégico de desarrollo científico y tecnológico, además de una idea clara sobre cuál es el papel que queremos que la ciencia juegue en el desarrollo y el bienestar de la sociedad. La Comisión Asesora Presidencial puso algunas ideas sobre la mesa, pero es un documento que salió a presión, con muy poco tiempo de trabajo, y a mi parecer faltó más discusión”, señala.
Este fue el afiche que la ONG de la ciencia chilena compartió en sus redes sociales para avisar la manifestación del 12 de noviembre en 2015. En él se ilustra gráficamente un descontento que involucra a cientos de científicos y futuros científicos que esperan hacer una enorme contribución al desarrollo del país.
En el afiche destacan frases como: “Llevo más de 3 años investigando a honorarios para el mismo investigador”, “llevo 10 años sin cotizaciones”, “Me obligaron a volver con mi PHD y no encuentro trabajo”, “tardé algunos meses en graduarme y me inhabilitaron” y “más de 2 años sin seguro de accidentes laborales”.
Nuevas manifestaciones:
Este 15 de marzo se espera que la comunidad de investigadores chilenos vuelva a rugir, ya que “Ciencia con Contrato” convocó a una manifestación a las 10:00 de la mañana frente a las dependencias de Conicyt.
Destacados investigadores y sus testimonios al respecto:
Por otro lado, grandes exponentes de la investigación científica nacional también han planteado su punto de vista en relación al panorama actual de la ciencia y a si la existencia de una institucionalidad política de la misma, le daría más relevancia. La Dra. Cecilia Hidalgo, Premio Nacional de Ciencias Naturales en el año 2006, y Vicepresidenta de la Academia Chilena de Ciencias, señala que “Al país le hace falta más científicos, y con urgencia. Hay que generar mayor cantidad de profesionales ligados a la ciencia y recuperar a aquellos que están fuera con becas Chile. Para ello se les debe asegurar condiciones justas de trabajo, empleándolos con contrato, y hacer una mayor inversión en investigación”.
Frente a la pregunta “¿Qué mensaje le dejaría a las nuevas generaciones de científicos en Chile?, la Dra. Hidalgo responde: “Comprometerse con el desarrollo científico y tecnológico de nuestro país. Y no decaer en promover el avance de la ciencia y la búsqueda de condiciones más justas para el desarrollo de la misma”.
Por su parte la Dra. Rosalba Lagos, quien recientemente fue nombrada como miembro correspondiente de la Academia Chilena de Ciencias, plantea que un Ministerio de Ciencia “ayudará a marcar presencia, y si a eso se le incluyen mayores recursos de los que existen actualmente, sería mucho mejor. Ojalá que finalmente sea algo que se realice”.
El Dr. Rodrigo Valiente, es Coordinador Nacional del movimiento “Más Ciencia para Chile”, organización ciudadana que surgió en 2010 con el propósito de abrir el debate sobre la urgente necesidad de generar más y mejor ciencia y tecnología. En ese contexto, el plantea que “estando cinco años fuera de Chile, el panorama se veía muy alentador. En comparación con nuestros países hermanos del cono sur, Chile se encuentra en el primer lugar en número de patentes otorgadas y tercero en números de artículos publicados. Chile es uno de los pocos países que entrega becas de perfeccionamiento fuera de sus fronteras en las universidades Top 100 del mundo.
Lamentablemente, todo ello son sólo números, porque en realidad y con el 0.39 por ciento del PIB dedicado a ciencia y tecnología seremos los últimos en cualquier lista. Esto refleja que no hay real compromiso con la ciencia en Chile, sólo un gran financiamiento para crear una imagen ficticia. Faltan aspectos fundamentales, una visión a largo plazo sobre la inversión en ciencia y que la sociedad en su conjunto entienda que la ciencia es un motor de cambio social. Falta alguien que ordene y dirija “el circo actual”. No es posible que el presupuesto para ciencia se encuentre metido en un rincón olvidado del MINEDUC. Faltan oportunidades para los científicos jóvenes. Hay mucho espacio mal utilizado y dineros mal gestionados. Para todo eso, se necesita establecer normas, protocolos, un orden y lo más importante: fiscalización y evaluación”.
Frente a la pregunta de ¿cómo se puede dar prioridad a la discusión del desarrollo científico y tecnológico en nuestro país? El Dr. Valiente señala: “Primero, debemos creernos el cuento, es decir, que lo que hacemos es importante para la sociedad y que generará cambios a largo plazo. Segundo, debemos ser capaces (los científicos) de hablar y, más importante aún, de ser escuchados para tener injerencia en las discusiones políticas que involucran a la ciencia. Por ejemplo, deberíamos participar en comisiones asesoras parlamentarias para asegurar que las políticas públicas sean formuladas en base a evidencias. Tercero, debemos implementar una cultura científica en el país desde los niveles pre-escolares. Debemos saber desde pequeños que la ciencia está en todos los ámbitos de nuestro ser, desde ir a comprar el pan hasta cargar la tarjeta BIP. Es necesario que los canales de televisión en materia de ciencia y tecnología no se restrinjan a programas extranjeros o a la “Tierra en que vivimos” (que por cierto fue un programa increíble), sino que más bien muestren qué estamos realizando los científicos y cómo esto impacta a la sociedad chilena”.
En torno a la opinión que tiene el Dr. Valiente con el sistema de boletas de honorarios que viven muchos científicos en la actualidad, él indica que “esto es un síntoma más del caos que se vive día a día en materia de ciencia y tecnología. Esto no es un tema nuevo, desde la creación de FONDECYT, en 1984, se estableció que el personal de apoyo debe ser contratado a honorarios, sin contrato de trabajo, previsión, ni salud. En resumen, sin derechos.
También señala que “esto también es válido para los profesionales en postgrado como magíster y doctorados, incluso para quienes están realizando sus post-doctorados. Pero para ser justos, también hay que destacar posibles soluciones, por ejemplo, generar contratos de plazo fijo o por obra, a través de las entidades que se adjudican los proyectos”.
Sin duda esta es una discusión que está lejos de finalizar, ya que como país nos falta mucho para entender el poderoso valor de la investigación científica, y mientras el concepto no esté arraigado en el DNA nuestra población, habrán vacíos importantes en el desarrollo de la misma. La sociedad en su conjunto -incluidos los poderes Legislativo y Ejecutivo- debe darle un mayor espacio a profesionales cuyos aportes a futuros poseen un valor incalculable.
Existe todo una generación de científicos que por años han demostrado enormes capacidades y han llevado el nombre de nuestro país a los más grandes congresos mundiales, además hay una nueva generación de científicos que con ideas nuevas y poderosas líneas de investigación desean consolidar la enorme capacidad de nuestro país en ámbitos de investigación científica.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología será un paso más de los muchos que habrá que dar como comunidad científica y como sociedad., ya que el anhelado desarrollo viene de la mano con la insistencia y el trabajo metódico, de todos quienes quieren hacer de Chile un lugar mejor.
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La afamada Reunión Anual de la Sociedad de Biología de Chile comenzó el pasado lunes 23 de noviembre en las dependencias del Hotel Patagónico, ubicado en la ciudad de Puerto Varas. Este importante acontecimiento, que cuenta con la presencia de reconocidos Doctores a nivel Nacional y Mundial, finaliza el día 25 de noviembre.
A las 9:00 en punto los asistentes comenzaron a ingresar al hotel, para posteriormente (14:15 horas), iniciar con el proceso de incorporaciones.
La red de simposios (8 en total) que componen esta reunión, comenzó a las 16:45 horas con la presentación del Simposio: CENTRAL AND PERIPHERAL CHEMOREFLEXES AND ITS PIVOTAL ROLE IN PATHPHYSIOLOGY: FINDING NEW AVENUES TO RESTORE CARDIORESPIRATORY FUNCTION; Coordinador: Rodrigo Del Rio Participantes: Paton, J. F.R. University of Bristol. Iturriaga, R. Pontificia Universidad Católica de Chile. Alcayaga, J. Universidad de Chile. Del Rio, R. Universidad Autónoma de Chile.
Conferencias, asambleas y talleres también nutren estos 3 días de reunión; los que culminan con una cena el día 25 de noviembre, y una posterior fiesta, cuyo objetivo principal es celebrar esta gran instancia científica.
Doctores, investigadores, académicos, estudiantes de pre y postgrado, en las dependencias del hotel Patagónico en Puerto Varas.
Comité Sociedad de Biología de Chile.
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El evento organizado por la Subdirección de Postgrado del Instituto de Ciencias Biomédicas y la Escuela de Postgrado de la Facultad de Medicina, reunió a tesistas de los Programas de Magíster y Doctorado, quienes presentaron sus posters frente a decenas de asistentes. Al finalizar la Feria se premiaron las mejores tesis en ambas categorías.
El Dr. Emilio Herrera, Subdirector de Postgrado del Instituto de Ciencias Biomédicas fue el coordinador de esta primera versión de la Feria, cuyo Comité Organizador estuvo integrado por el Dr. Pedro Maldonado, Alejandra Jaimovich y Mónica Astudillo.
La Feria abre un espacio dirigido hacia aquellos estudiantes y académicos que desean mostrar sus hallazgos y las diferentes líneas de investigación al público. “Este tipo de actividades son de gran importancia, ya que difunden el conocimiento generado dentro de la Facultad, y además promueven el surgimiento de nuevas colaboraciones. Para los recientes estudiantes de postgrado también es una ayuda, ya que se nutren del ambiente universitario y científico al cual se están incorporando”, señala el Dr. Herrera.
En la ceremonia Inaugural el Dr. Herrera dirigió algunas palabras de bienvenida a los asistentes, dando paso posteriormente a la sesión de posters, donde los expositores mostraron sus diferentes líneas de investigación. El evento finalizó con la Conferencia Plenaria: “El desafío de realizar biomedicina en Chile”, dictada por el Dr. Claudio Hetz, quien abordó la importancia de la interdisciplinaridad y búsqueda de colaboración en la investigación científica nacional.
Premiación a las mejores tesis:
El premio a la mejor tesis de Magíster lo obtuvo Oscar Arellano (Fisiología), titulada “Papel de receptores P2Y2 y/o P2Y4 en venas intrapulmonares pequeñas en un modelo dehipertensión arterial pulmonar”. El premio a la mejor tesis de Doctorado recayó en manos de Camila Dossi (Nutrición y Alimentos) con el trabajo “Preacondicionamiento hepático con aceite de Rosa Mosqueta (Rosa rubiginosa): Prevención del estrés oxidativo, estrés de retículo e inflamación generadas por la isquemia seguida de reperfusión”. Ambos estudiantes tuvieron la oportunidad de exponer al final de la ceremonia frente a todos los asistentes, entre los cuales se encontraban Profesores de la Facultad de Medicina y la Directora del Instituto de Ciencias Biomédicas, Dra. Carmen Larrañaga.
Listado de mejores tesis:
Doctorado:
Magíster:
El Instituto de Ciencias Biomédicas busca acercar la actividad básico-clínica y del área de la salud pública entre estudiantes, investigadores y académicos.
¡Felicitaciones a los galardonados!
Fuente: Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) y 4ID/CONGRESS Todos los derechos reservados. ®
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La clínica oftalmológica KYDOFT lleva más de 10 años mejorando la calidad de vida de los chilenos. Son cientos los pacientes que se han beneficiado mediante los diferentes tratamientos y cirugías que se imparten en sus centros.
Jorge Arévalo es el padre de la pequeña Isidora, quien a sus pocos años de edad presenta un Estrabismo Complejo y Catarata Congénita Bilateral, patologías que están siendo tratadas actualmente en KYDOFT.
Ellos son de la ciudad de Calama, ubicada en el norte grande de Chile. La enorme distancia que tienen que recorrer para llegar al centro de KYDOFT, ubicado en la clínica Tabancura (Sector Oriente de Santiago), no es un impedimento, ya que aseguran que el viaje vale la pena, pues su hija es feliz en manos de los doctores de KYDOFT.
Entrevistamos a Jorge en el centro KYDOFT Tabancura, mientras atendían a Isidora. Allí él nos contó cómo el tratamiento que recibe su hija en la clínica, no solo ha cambiado la vida de la pequeña, sino que también la de él y la de su esposa.
¿Cuál fue el diagnóstico de Isidora en un principio?
Catarata Congénita Bilateral, ese fue el diagnóstico. Una vez que nos enteramos dejamos Calama y llegamos a Santiago. Estábamos muy preocupados y no sabíamos cuáles eran los procedimientos a seguir.
¿Cómo fue la llegada de Isidora a KYDOFT?
Después de algunos intentos fallidos en ciertas clínicas de la capital, llegamos a KYDOFT, donde fuimos recibidos por el Dr. Kychenthal, del cual estamos muy agradecidos, por su calidad profesional y humana. Él nos orientó en todo sentido y realizó las intervenciones de nuestra hija. Después fuimos derivados al Dr. González, quien examina a Isidora en los controles.
¿Notaron una mejora progresiva en la visión de su hija?
Por supuesto. Si no fuese por KYDOFT probablemente Isidora estaría viendo muy poco o casi nada. Todos los intentos que hicimos antes fueron fallidos.
Sin embargo, aquí existen grandes especialistas, la atención es específica y muy profesional. Los doctores se concentran en el verdadero foco del problema y acorde a ello comienzan a ejecutar un protocolo bastante efectivo.
En Isi lo notamos, ella está progresando mucho y además luchando día a día para salir adelante, de la mano de nosotros, sus padres, y los especialistas de KYDOFT.
¿Hay un compromiso en KYDOFT con la rehabilitación de los niños?
Completamente. En KYDOFT aprendimos todo lo necesario para estimular la visión de nuestra hija y comenzar con su rehabilitación. Aquí encontramos buenos consejos y mucha orientación.
Estamos muy agradecidos y contentos, porque nunca te dejan solo.
¿Cuál es el mensaje que le entrega a la sociedad en relación a KYDOFT?
Es una excelente clínica oftalmológica, en dónde tus dudas se resuelve de manera eficiente y rápida. Por otro lado, la atención es buena, y todo se desarrolla en torno a un ambiente cálido y familiar. A nosotros nos ha cambiado la vida.
La Presidenta de la República de Chile, Sra. Michelle Bachelet, declaró en una conferencia de prensa oficial, realizada en el Palacio de La Moneda, que enviará antes del mes de junio un Proyecto de Ley que contempla la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología en nuestro país, el cual estaría operante en 2017. De momento, cientos de investigadores de las ciencias exactas, naturales y sociales, están a la espera de cómo evolucionará esta posible nueva etapa de la investigación.
El 2015 fue un año determinante para el futuro de la investigación científica nacional; marchas, cartas y un malestar notorio manifestado por los científicos chilenos, fueron algunas de las consignas que marcaron el acontecer noticioso.
¿Ministerio de Ciencia y Tecnología?
En el reciente anuncio, la Presidenta definió que la principal política de este Ministerio será el fortalecimiento de las capacidades de la investigación nacional, fomentando de manera activa, el desarrollo, innovación y tecnologías creadas en nuestro país. Forjando una imagen internacional, sólida en aspectos de producción científica, la cual orienta y apoya la formación de investigadores y su adecuada inserción en la academia, el Estado y el sector productivo; estableciendo una vinculación cercana entre el quehacer científico-tecnológico, la innovación y las preocupaciones de la sociedad.
En este mismo contexto, la Presidenta Michelle Bachelet señaló, que a partir de este año se diseñará e implementará un plan orientado a fortalecer las capacidades de gestión y planificación de CONICYT (Comisión Nacional de Investigación, Ciencia y Tecnología), el cual se espera, cuente con instrumentos más modernos, flexibles y eficientes para el fomento de la investigación científica y el desarrollo tecnológico.
El anuncio de este proyecto de ley es para muchos profesionales un positivo cierre de los petitorios manifestados durante el 2015. Sin embargo, hay quienes piensan que la resolución de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, no garantiza la concreción de mejoras necesarias en el mundo científico chileno.
Frente al escenario científico actual, la Sociedad de Biología de Chile, conversó con su Presidente, Dr. Rodrigo Iturriaga, quien posee una vasta carrera en nuestro país. El Dr. Iturriaga es Licenciado en Ciencias, Universidad de Concepción (1982), Doctor, Pontificia Universidad Católica de Chile (1988), Post-Doctorado en Fisiología, Departamento de Fisiología, Escuela de Medicina, University of Pennsylvania, Philadelphia, USA, (1989-1992). Su área de especialización es la Neurobiología de quimiorreceptores arteriales y fisiología sensorial.
Dentro de los reconocimientos en su carrera se cuentan: “Premio de reconocimiento a la Excelencia Académica”, Facultad de Ciencias Biológicas, Pontificia Universidad Católica de Chile (2009) y “Mejor docente, Facultad de Ciencias Biológicas, Pontificia Universidad Católica de Chile” (2007).
El Doctor Iturriaga Preside la Sociedad de Biología de Chile, y en ese rol, jugó un papel preponderante durante la manifestación científica desarrollada durante el mes de noviembre del 2015, junto con la ANIP (Asociación Nacional de Investigadores de Postgrado), el movimiento “Ciencia con Contrato (CcC)” y la “Fundación Más Ciencia”. Todos ellos ungieron un estandarte que visualizó, públicamente, el descontento de los profesionales de la ciencia nacional.
A continuación la entrevista que la Sociedad de Biología realizó al Dr. Iturriaga:
Usted fue uno de los líderes del movimiento que agrupó a cientos de investigadores en nuestro país durante el 2015, en la ocasión, manifestaron el enorme y latente descontento que existe frente a la poca inversión del Estado en investigación científica.
¿Cuál fue la importancia de reunir a todos estos profesionales en torno a esta causa? Y ¿cómo se gestó dicha iniciativa?
La Sociedad de Biología de Chile se reunió con su Directorio y quienes presiden las 12 diferentes sociedades científicas que la componen. Dicha reunión, se realizó una semana antes de presentar la carta que fue publicada en los dos más grandes periódicos de circulación nacional (El Mercurio y La Tercera), la cual fue firmada por 300 profesionales de las ciencias, en un principio.
Este documento nace porque existía una preocupación derivada del anuncio del, en ese entonces, Presidente de CONICYT, Dr. Francisco Brieva, el cual señaló que el presupuesto para la ciencia durante el 2016 sería precario. Si bien los científicos propusimos la creación de un Ministerio o una agencia que agrupara toda la investigación nacional, esa propuesta nunca fue tomada en cuenta y frente a la negativa se decidió escribir una carta. Además de ello, la agrupación “Ciencia con Contrato”, la “Asociación Nacional de Investigadores de Postgrado (ANIP)” y la “Fundación Más Ciencia”, solicitaron permiso para una manifestación masiva frente a La Moneda. Como Sociedad de Biología nos sumamos a esa jornada y fuimos a entregar la carta a la Presidencia (finalmente contenía más de 3000 firmas).
En el evento contamos con la presencia del Profesor Jorge Babul, quien ha sido la cabeza de los movimientos científicos en Chile durante años. Durante una o dos semanas, fuimos noticia a lo largo del mundo, tanto así, que revistas de prestigio como “Science” y “Nature”, dieron cabida a la “furia científica” con artículos alusivos al tema, sin embargo, con el pasar de los días el panorama se enfrió.
El país en la actualidad atraviesa una crisis social y política importante, por lo cual hay voces que plantean que el Estado debe priorizar y enfocar la inversión en otras áreas, como educación, vivienda o seguridad ciudadana, antes que en investigación. ¿Qué opina al respecto?
Chile hace mucho tiempo dejo de ser un país pobre, y muestra de ello es que se ubica en la primera categoría de los congresos mundiales. Por otra parte, CONICYT, que es el gran elaborador de soporte en investigación de nuestro país recibe un presupuesto de alrededor de USD400 millones anuales (0,38% del PIB), por lo tanto, si dijéramos que en este país vamos a darle a la ciencia para quitarle a otros sectores, no es cierto. No pedimos grandes recursos, sino una buena organización, y que el dinero se canalice en vías claras. Por otro lado, el Gobierno debe preocuparse de que grupos de investigadores, sobre todo de regiones, crezcan, ya que con las características socioeconómicas mencionadas anteriormente, tenemos un déficit de científicos importante.
Además existe una paradoja de personas que se fueron a Doctorar fuera de Chile y que volvieron sin tener posibilidades de trabajar, generando una generación de profesionales frustrados.
Agrega el Dr. Iturriaga:
Los USD400 millones de CONICYT es menos dinero es lo que recibe una sola universidad americana para investigación en biomedicina.
¿Existe en la actualidad algún panorama claro dentro del movimiento científico chileno?
La Sociedad de Biología tiene abierta sus puertas a los diferentes movimientos, porque cree que para poder cambiar positivamente el panorama científico actual debemos conocernos todos los actores del sector, esa es nuestra principal claridad en estos momentos.
¿Hay división al interior de la ciencia chilena?
Algunos científicos culpan a otros científicos de que no los contratan, pero nosotros no podemos contratarlos, ya esto debe venir desde las bases. Si tienes a una persona que trabaja contigo y que no es alumno, ¿cómo es posible que no tenga un contrato? Es una situación que parece lógica y humana, sin embargo no existe.
Por otro lado, y tocando un tema que también ha sido polémico, los concursos en CONICYT no están arreglados. Es verdad que existe una tremenda desconfianza, pero eso parte del problema, entonces, los científicos tenemos que juntarnos y tener una cara común frente a las distintas problemáticas que atravesemos.
Por ejemplo mis alumnos, que se doctoraron conmigo, asistirán a los congresos y competirán contra mí por los fondos, y este año tal vez, se aprueben un número mínimo de proyectos en CONICYT, de forma histórica. Entonces nos encontramos con que los fondos no han crecido sino que se mantienen, y no solo eso, se reducen. Por lo que el problema es bastante más complejo. Entonces la pregunta que me hago es ¿cómo vas a tener un correcto desarrollo de la ciencia bajo este panorama? Si tú ganas proyectos y tienes dinero, podrás publicar y seguir adjudicándote más proyectos, pero ¿qué posibilidades reales tienen los investigadores jóvenes? Mientras no haya un esfuerzo colectivo del Estado no se logrará nada al respecto.
Faltan científicos en Chile:
En Chile existen alrededor de 5000 o 6000 Ingenieros, médicos y científicos, sin embargo, faltan Doctores y profesionales dedicados a investigación. Si uno mira fuera de Santiago, no existe una masa crítica que se dedique a ello, salvo 2 o 3 Universidades, por otro lado, los Doctores deben hacer 22 horas de clases, por lo que no hay tiempo para investigar.
En Chile hay poco gasto en investigación científica y aun así estamos alrededor de la posición 45 en cuanto a número de publicaciones y ocupamos el lugar 25 en el ranking de citas. Los científicos chilenos somos pocos pero buenos.
Si miramos a nuestros países vecinos, como Brasil, nos daremos cuenta de que genera más de 10.000 doctores, y para cuando salga de su crisis política actual, probablemente se convertirá en la primera potencia de Sudamérica.
Conversando con algunos científicos se hace recurrente la opinión de que son los profesionales de las ciencias aquellas personas óptimas para liderar ciertos procesos de innovación en nuestro país, ya que los científicos reciben una formación académica que les ayuda tener un criterio distinto al de profesionales de otras áreas, ¿cuáles son esas diferencias?
En la base del desarrollo tienen que estar las disciplinas científicas. Para los estudiantes de las diferentes carreras del área de la salud es importante recibir conocimiento sobre biología celular o fisiología de la mano de un científico, quien les explica, por ejemplo, sobre potenciales de acción o presión arterial. Los científicos tenemos la cualidad de registrar los procedimientos que enseñamos en nuestros respectivos laboratorios. Hacemos lo que se decimos, en otras palabras.
Durante la década de los 60´s a los médicos se les preguntó ¿cuáles eran los papers más importantes en investigación sobre válvulas cardíacas? El 50% de ellos decretaron que eran trabajos de ciencias básicas, en los cuales se explicaron cuáles eran los iones implicados en la función cardiaca.
Entonces, para llegar a la cúspide del desarrollo se requiere ciencia básica, la ciencia da la rigurosidad y una forma de ver el mundo que es muy importante.
Los científicos formamos a una gran variedad de profesionales, forjando personas que tienen que estar al día con la vanguardia tecnológica y biomédica global. Profesionales, que por lo pronto, deben comprender que cualquier producto que se lleva desde el laboratorio al mercado puede involucrar el paso de muchos años. Por ejemplo, la vacuna contra el virus sincicial lleva 20 años y recién se están realizando los estudios en fase 1.
En el fondo, la base de todo progreso requiere departamentos de información y desarrollo ya que el mundo del mañana es un mundo de juntar disciplinas, generando nuevas interacciones que ayudarán a solucionar diferentes problemas de impacto social.
¿Es el Ministerio de Ciencia y Tecnología el gran ente que regulará positivamente la ciencia chilena?
Creo que debe haber una estructuración seria en la que se organice de mejor forma la producción científica nacional, ya que hoy en día, CONICYT se encuentra en el Ministerio de Educación y frente a los grandes cambios que vive actualmente dicha cartera en nuestro país, la preocupación y el presupuesto Estatal está en otro lugar y no en la ciencia.
Yo no estoy seguro de si debe ser un Ministerio de Ciencia y Tecnología lo que arreglará el problema, sobretodo porque el 95% de la investigación se realiza en las Universidades.
¿Un sistema de áreas prioritarias ayudaría a estructurar mejor este panorama?
Los científicos en general somos reacios a las áreas prioritarias, sin embargo y durante los últimos 10 años, nadie hace ciencia solamente por entender mecanismos básicos, la gran mayoría quiere aportar a los problemas reales y trascender en la sociedad.
Las áreas prioritarias tienen el derecho a existir, y actualmente, el Gobierno dispone recursos a áreas prioritarias. En el momento que exista mayor financiamiento se debiese pensar más en eso.
Como país hemos llegado a un cierto nivel de crecimiento y lo que debemos hacer ahora es sentarnos y conversar para buscar que la investigación que generemos tenga un impacto en la vida de las personas. A la ciencia le ha costado consolidarse y ese mismo factor de progreso ha hecho que estuviésemos separados de la sociedad. Afirma.
¿Cuál es la esperanza que rodea a este gran movimiento social de científicos?
Chile ha generado buena ciencia concentrada en pocos científicos, pero con mucha pasión por lo que hacemos. En nuestro país se han realizado investigaciones de primer nivel y pioneras en aspectos como la Biofísica, la cual vivió un apogeo verdaderamente heroico, en el cual se registraron los primeros axones de calamares, por ejemplo.
Los científicos chilenos en este aspecto tuvieron mucha importancia. Francisco Bezanilla, Eduardo “Guayo” Rojas y Ramón Latorre, entre otros, ayudaron a entender las bases de la biomedicina actual, en la que se pueden clonar proteínas a partir de nuevas técnicas. La genética molecular, también es un nuevo mundo que se ha ido descubriendo al igual que el proceso de silenciamiento de genes. Todos estos progresos se han logrado a pesar de que nuestros equipos son obsoletos, teniendo en cuenta que un buen paper puede llegar costar USD200.000, y acá se puede llegar a invertir unos USD20.000 por una publicación, ya que hasta el día de hoy, el Gobierno no entiende que para que la ciencia tenga un impacto real en la vida de la sociedad, deben haber muchos científicos, para que así los otros profesionales puedan llegar a la tecnología y la innovación.
Los profesionales que se formaron fuera de Chile, entre 1500 y 2000, merecen volver a su patria con trabajo.
¿Las 2 nuevas Universidades Estatales podrían ser un foco para recibir a estos profesionales?
Ojalá que la Universidad de Aysén y los nuevos centros e instituciones que se creen en el país, sean un foco para el desarrollo de la investigación, ya que uno como persona y como científico siempre desea lo mejor para Chile.
¿Existe un posible error de comunicación entre los científicos y la sociedad? En el extranjero, por ejemplo, los centros de investigación científica le dan mucha importancia a sus departamentos de comunicación, ¿qué pasa en Chile en torno a esta materia? ¿Cómo llegamos a un correcto balance entre la ciencia y la sociedad?
La ciencia ha vivido un proceso de cambio considerable durante las últimas décadas, 25 años atrás el panorama para los científicos era mucho más difícil porque los fondos eran aun más precarios que en la actualidad, por lo que el mismo progreso nos hizo ser distantes de la sociedad. Tanto así, que los científicos no queríamos hablar con un periodista porque temíamos a ser sacados de contexto, etc. Hoy en día, la ciencia debe abrirse a la sociedad y atender las necesidades de ella, ya que el quehacer científico no se remite solo a la cura de las enfermedades sino que al largo proceso que hay detrás, y eso hay que enseñarlo a las personas.
Los científicos y la sociedad somos culpables de este error de comunicación, pero el sistema también ha creado un perfil de científico muy ensimismado y muy avocado a la producción, sin nada de comunicación.
Investigación:
El Doctor Iturriaga, desde siempre, ha estado interesado en el cuerpo carotideo, el cual es un pequeño órgano que está ubicado en las arterias carótidas, las cuales son las encargadas de llevar sangre desde el corazón al cerebro. En ellas se presenta una pequeña bifurcación que contiene un diminuto grupo de células que detectan los niveles de oxígeno (O2), anhídrido carbónico (CO2) y el pH en la sangre. Cada vez que aumentan su actividad hacen que un sujeto se hiperventile.
Durante los últimos 10 años el Dr. Iturriaga descubrió que este pequeño órgano parece estar involucrado en enfermedades cardiovasculares.
Cuando se está a nivel del mar se descargan potenciales hiperactivados desde el cuerpo carotideo, lo cual genera hipertensión, aumento de tono simpático, arritmias, apnea del sueño y algunos modelos metabólicos. Lo que hacemos en el laboratorio es tomar ratas y las ponerlas en hipoxia, para que luego de un tiempo queden hipertensas. Luego se eliminan los nervios carotideos y resulta que baja la presión, a nivel del mar.
Yo espero que uno pueda entender los mecanismos básicos, patogénicos, patológicos y fisiopatológicos en condiciones normales y alteradas, para poder interferir conclusiones desde la fisiología en esencia. Señala el Doctor.
Sociedad de Biología:
¿Cuál es la importancia de la Sociedad de Biología de Chile en el desarrollo de las ciencias en nuestro país?
La Sociedad de Biología de Chile promueve la ciencia biológica y la comunicación entre los científicos. Sus 2 revistas, “Biological Researh” y la “Revista de Historia Natural”, son muy prestigiosas a nivel mundial.
Actualmente la Sociedad es un referente para las políticas científicas nacionales, por lo que en el futuro tiene que tener un rol social más activo en el cual se logre generar un puente entre la sociedad y la ciencia. Es una tarea compleja pero debemos tratar de liderar este cambio y buscar que la ciencia chilena tenga un foco de desarrollo importante.
Los grandes maestros de la biología siempre han pensado en que las nuevas generaciones son las que liderarán todos aquellos procesos de innovación y desarrollo, por lo que se debe trabajar en conjunto.
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En los últimos años, la unión entre las ciencias biológicas y las matemáticas se ha desarrollado exponencialmente. Muchos de los aspectos científicos están mediados por conocimientos estadísticos, que acercan el mundo biomédico al clínico.
En esta tarea y vinculado al nuevo proyecto FONDAP de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo -en el que participarán varios investigadores- trabaja el Profesor Asistente del ICBM, Dr. Rodrigo Assar.
El Dr. Assar es Ingeniero Civil en Matemáticas de la Universidad de Chile y Doctor en Ciencias de la Computación. Durante los últimos 11 años ha estado vinculado a la investigación biomédica a través del modelamiento y la estadística, analizando matemáticamente datos y esquematizando potenciales relaciones entre probabilidades y diagnósticos.
En ese contexto, el académico realiza una enorme labor en el desarrollo de áreas como la Bioestadística y la Bioinformática, sectores que durante los últimos años han experimentado un crecimiento significativo, en ámbitos de investigación y difusión. Mediando procedimientos biológicos y transformándose muchas veces en la interfase entre las ciencias básicas y el mundo clínico.
El Dr. Assar nos recibió en su oficina, ubicada en el programa de Genética Humana del ICBM, allí en compañía de sus alumnos, conversamos acerca del nuevo centro FONDAP recientemente adjudicado, y su tema de investigación actual.
¿Cuál es el aporte que este FONDAP realizará a la sociedad?
Este centro realizará un aporte muy importante, ya que permitirá realizar un estudio longitudinal de la situación de enfermedades con deterioro cognitivo en Chile, principalmente con la idea de conectar estudios de ciencias básicas con procedimientos clínicos, mediante pacientes reales y exámenes médicos.
El centro tiene como misión apuntar a la medicina traslacional, con el objetivo final que el conocimiento de las ciencias básicas se pueda llevar a resultados que conlleven a mejoras de la salud en general.
¿Cuál es su área de investigación dentro del proyecto?
Mi área de investigación se relaciona con Bioestadística y Bioinformática. En ese sentido, se espera elaborar una etapa de interfase entre el mundo de las ciencias básicas y el clínico, por medio de los conocimientos extraídos de estas disciplinas. Para ello, se trabajará en bases de datos que permitan inferir cuáles son las nuevas maneras de diagnosticar y tratar a los pacientes.
Acerca de Bioestadística y Bioinformática:
Estas áreas utilizan el prefijo “Bio” porque se vinculan a temáticas de la biología. En ellas se aplican técnicas de estadística que permiten explorar datos, ver patrones, hacer inferencias y realizar previsiones.
Las evidencias de los datos ayudan a descubrir estadísticamente cuáles son las mejores maneras de inferir un diagnóstico. Este procedimiento se ejecuta por medio de herramientas de estadística básica y avanzada, las cuales generan un registro de desarrollo. Lo que permite analizar individualmente los datos, ya sea por medio de análisis de imágenes, estadísticas genómicas, mutaciones etc.
Muchas de estas soluciones reutilizan herramientas que ya están aplicadas –softwares, herramientas web, bases de datos- sin embargo, también se elaboran nuevas herramientas que se pueden adaptar a problemas de cognición.
¿Cuáles son sus expectativas en torno a este centro?
Mis expectativas son altas, ya que este proyecto nos da un margen amplio (5años) para poder recopilar datos de pacientes, y con ello llegar a ser un aporte real en el diagnóstico y tratamiento.
¿Cree que se está cerca de encontrar una cura para enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer?
Uno es un pequeño grano de arena en esta misión, desde esta vereda trataremos de buscar una cura. Aunque más que apuntar hacia una cura, hay que buscar formas de prevención y diagnóstico temprano.
Usted es Ingeniero Civil en Matemáticas, sin embargo trabaja en el Programa de Genética Humana, donde por lo general se encuentran profesionales de las áreas de la Biomedicina. ¿Cómo llegó usted a explorar estos tópicos y finalmente trabajar en este Instituto?
Somos pocos los ingenieros que estamos en la Facultad de Medicina. Que yo esté aquí se explica porque la formación de Ingeniero Civil en Matemáticas apunta a resolver problemas matemáticos, modelando y simulando problemas de cualquier área.
En la carrera se da mucho énfasis a la física, la química y muy poco a la biología, sin embargo, uno tiene las herramientas básicas para poder aplicar los conocimientos en diversos nichos.
Por suerte me fui conectando con gente del área biológica, a través del centro de modelamiento matemático. Allí tomé mayor interés en la aplicación de las matemáticas en la biología y en la biotecnología, a partir de la investigación de baterías biolixiviantes y su utilización en procesos mineros. De esa forma empecé a comprender que se podían aplicar los conocimientos matemáticos y estadísticos en esta área.
Trabajé con Alzheimer, en el proceso de encontrar nuevos genes target que participan por medio de vías de señalización. En base a análisis estadísticos, descubrimos genes de protección para Alzheimer, los cuales después se validaron biológicamente.
Posterior a ello, me fui a hacer un Doctorado en Ciencias de la Computación, siguiendo la línea de las matemáticas. Pero todo ello lo apliqué a la biología. En el camino también fui aprendiendo, de manera autodidacta. Los últimos 11 años los he dedicado a estudiar el tema biológico en la práctica y con una visión más ingenieril.
¿Cuál es la actual investigación de este laboratorio?
En este laboratorio existen dos líneas de investigación. Una de ellas tiene que ver con el modelamiento y simulación de la dinámica de procesos complejos, para intentar entender cómo se deteriora el aprendizaje. Se estudia cómo se forma el tejido óseo, cómo cambian (se diferencian) los osteoblastos, todo esto analizando su dinámica y efectuando simulaciones.
La otra línea se relaciona con el uso de la matemática y computación para apoyar las decisiones médicas en enfermedades complejas.
Se descubren y priorizan patrones provenientes del comportamiento del paciente, los cuales luego se combinan con el objetivo de ayudar a las decisiones médicas. Con esos estudios se busca apoyar al médico respecto a que tratamiento le conviene aplicar al paciente.
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Dr. Bernabé Santelices deja el cargo después de 2 meses ejerciendo.
La historia de las renuncias de los Presidentes de CONICYT se está repitiendo y parece un cuento de nunca acabar. A la salida del Doctor Francisco Brieva el año pasado -y luego de estar en el cargo por algunos meses- se le suma la renuncia de su sucesor, el Dr. Bernabé Santelices, quien luego de aproximadamente 60 días presidiendo la institución, presentó su renuncia.
Hace algún tiempo cientos de científicos se movilizaron por las calles de distintos puntos emblemáticos de nuestro país, haciendo latente la denominada “Furia Científica”, la cual se generó a partir una molestia generalizada de los investigadores chilenos, producto de la baja inversión estatal en materias de ciencia y tecnología. A esto se le sumaron diversos factores, entre ellos, el acotado campo laboral para Doctores que regresan a Chile después de completar sus becas, junto con las nada auspiciosas condiciones de trabajo que viven miles de investigadores día a día.
El valor de lo inmediato:
Ciencia y Tecnología son aspectos claves para el desarrollo sostenible de toda Nación. Las oportunidades que pueden nacer de una buena investigación científica son invaluables y producen cambios trascendentalmente positivos para todos. Vacunas, curas para enfermedades e inventos tecnológicos, son un acápite de los avances que ha logrado la comunidad científica a lo largo de la historia. Sin embargo, estos logros requieren varios años antes de ver la luz, y ese punto, hoy en día, parece ser profundamente penalizado por el Estado y el “sistema”.
“El mercado de lo rápido e instantáneo” ruge con fuerza y todo procedimiento que sea demoroso se unge como un bache profundo para las autoridades, y si a eso, se suma un alto costo, queda aun más sepultada la idea del “largo plazo”. Pero este factor es altamente dicotómico, ya que existen países que entienden que el desarrollo y el crecimiento económico, en cierto porcentaje, se crea gracias a procesos que “demoran” en culminar, compatibilizando estos con actividades más instantáneas.
Israel, Estados Unidos, Alemania, Suiza, Canadá, y en Latinoamérica, Brasil y México, son algunos de los países que entendieron que el valor de lo inmediato es altamente cuestionable y aseguraron su futuro a través de investigación al largo plazo. Chile, al parecer, no entiende aun el poderoso valor de la investigación científica, y con ello está cavando su destino al subdesarrollo perpetuo, alejándose, cada vez más, del país que alguna vez se denominó como el “Jaguar de América Latina”.
Con un 0,38% del PIB dedicado a I+D y cientos de Doctores trabajando en el más absoluto desamparo, – excluyendo todos los beneficios que implica un contrato- nuestro país parece no ser una cuna apropiada para nadie que pretenda dedicarse a la investigación, y digo nadie, porque no solo las ciencias naturales y exactas han sido dejadas de lado, sino que también, la investigación en el área de las ciencias sociales.
La realidad en CONICYT:
La comisión Nacional de Investigación, Ciencia y Tecnología (CONICYT) es una institución que nace de manera dependiente del Ministerio de Educación en el año 1967, desde entonces se ha dedicado a respaldar y promulgar la investigación científica y tecnológica de nuestro país.
Su misión es “Impulsar la formación de capital humano y promover, desarrollar y difundir la investigación científica y tecnológica, en coherencia con la Estrategia Nacional de Innovación, con el fin de contribuir al desarrollo económico, social y cultural de las/os chilenas/os, mediante la provisión de recursos para fondos concursables; creación de instancias de articulación y vinculación; diseño de estrategias y realización de actividades de sensibilización a la ciudadanía; fomento de un mejor acceso a la información científica tecnológica y promoción de un marco normativo que resguarde el adecuado desarrollo de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación” (conicyt.cl).
Sin embargo las buenas intenciones de CONICYT no se van reflejadas al momento de gestionar, y pareciera que la institución se vuelve, cada vez más, un hijo abandonado del Estado. Muestra de ello son las constantes renuncias de sus presidentes, sueldos impagos y una política interna que pareciera estar en “tierra de nadie”.
Durante el 2015, y después de 6 meses sin recibir su sueldo, el Dr. Francisco Brieva, dejó su oficina tras 13 meses como Presidente.
“El Doctor Bernabé Santelices renuncia a su cargo como Presidente de CONICYT luego de dos meses”.
El rol fundamental de la ciencia que el Estado no parece entender:
La Dra. María Cecilia Hidalgo, Premio Nacional de Ciencias Naturales en 2006 y Vicepresidenta de la Academia Chilena de Ciencias -en conversación con la Sociedad de Biología de Chile- opina que “la ciencia es parte fundamental de la cultura de una Nación, en ese aspecto, nuestro país -que por cierto- aspira al desarrollo, no puede descuidar esta arista del quehacer humano. Por otro lado, y analizando el aspecto práctico, creo que Chile necesita cambiar su matriz productiva, ya que no podemos seguir exportando las mismas materias primas, sin ningún valor agregado, de manera sostenida en el tiempo. Para lograr ello, hay que generar procesos sofisticados de innovación, en los cuales se produzcan nuevos productos. En ese sentido, como país necesitamos gente innovadora, que sea poseedora de una matriz de pensamiento específicamente científico, ya que considero que una innovación verdaderamente eficaz debe ir de la mano a procesos que solo entrega la ciencia”.
Por otro lado el Dr. Fabián Jaksic, único Senior Ecologist certificado en Latinoamérica, plantea que: “La carrera científica no es pagada como científico en sí, sino que se postula a proyectos en donde se compite, por ello a veces se gana y a veces se pierde -más de lo que se gana por cierto-“, también indica “FONDECYT debe financiar el 30% de lo que le llega. Para dar un ejemplo, los FONDECYT de post-Doctorado gana 1 de cada 10 personas que se presentan. El FONDECYT de iniciación también es extremadamente competitivo. Somos una pequeña comunidad con poco acceso a fondos, castigados cada vez que se devalúa el peso”.
La Doctora Rosalba Lagos, es una de las fundadoras de los Doctorados en Microbiología de la Universidad de Chile y la Universidad de Santiago de Chile, y además recientemente, el Doctorado en Biotecnología Molecular de la Universidad de Chile, ella trabaja en su laboratorio en compañía de jóvenes científicos, que en una silenciosa labor, esperan generar grandes aportes a la sociedad. En entrevista con la Sociedad, la profesional de la ciencia plantea: “Es fundamental que para que nuestro país llegue al aspirado desarrollo tenga un buen nivel de investigación científica. Este desarrollo no solamente conlleva el conocimiento de aprender y desarrollar cosas nuevas, sino que también va a permitir mejorar la calidad de esos conocimientos y aprendizajes.
El desarrollo científico es algo obvio para lograr crecer como nación, sin embargo yo me pregunto ¿por qué siendo tan obvio, en Chile no se incentiva como corresponde? En los discursos siempre se discute sobre esto, más en la práctica no hay ningún tipo de cambio. Hay instrumentos pero no son suficientes, tampoco lo son el número de científicos que existe al día de hoy. Existen estímulos para hacer un doctorado por ejemplo, pero a la vez debiese haber un aumento en las plazas en donde se hace ciencia, para que así los profesionales no lleguen a Chile y se encuentren con que las condiciones no son las ideales para iniciar una carrera científica. Lo mismo ocurre con los científicos formados en Chile. La propia industria, también ha estado muy rezagada a ampliar el espectro en investigación”, señala la Dra. Lagos.
El Presidente de la Sociedad de Biología de Chile, Dr. Rodrigo Iturriaga, fue uno de los principales investigadores que apoyó la manifestación científica y la carta que cientos de profesionales firmaron aseverando que los Gobiernos Chilenos han “Elegido la Ignorancia”. En este movimiento también se destacó la participación de la ANIP (Asociación Nacional de Investigadores de Postgrado), el movimiento social “Ciencia con Contrato” y la Fundación Más Ciencia.
El Dr. Iturriaga plantea que después de la marcha la ciencia tuvo un apogeo mediático, sin embargo, después de navidad y año nuevo se enfrió el panorama y aun no se recibe una respuesta a dicha carta. “El Ministerio de Educación, a la fecha, no nos ha llamado ni nos ha invitado”, señala el Doctor.
“CONICYT es la gran agencia que apoya la investigación científica en nuestro país, recibe 400 millones de dólares, equivalente a un 0,38% del PIB. Nosotros como comunidad no pedimos que el Estado deje de darle a unos sectores para entregar más dinero a investigación, sino que, esos recursos existentes se canalicen en vías claras, para así tener bases sólidas en ciencia, eso es lo que se necesita” (Dr. Rodrigo Iturriaga, Jefe del Departamento de Fisiología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y Presidente de la Sociedad de Biología de Chile).
El panorama es claro y no hay que dar muchas vueltas a la situación para entender que la ciencia en estos momentos no es prioridad para el Estado, sin embargo, el poderoso valor de la sociedad como actor civil no se debe perder. Es el trabajo en equipo y los consensos entre los profesionales de las ciencias, lo que finalmente brindará un panorama más auspicioso para las actuales generaciones y las que están por venir.
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Reconocido como uno de los más importantes descubrimientos científicos en las últimas décadas, “CRISPR” (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats) o también denominado “Cas9”, es un método biotecnológico en el cual las bacterias recortan el DNA a través de un mecanismo inmune en el cual detectan secuencias genéticas de origen vírico, sustituyéndolo por material genético sano y funcional. En algunos casos, este sistema de protección va más allá, y las bacterias son capaces de seleccionar fragmentos específicos de material genético invasor para añadirlo al propio, con el fin de inmunizar la generación de bacterias venidera.
Este procedimiento fue descubierto durante la década de los 80´s en Japón y posteriormente pasó al olvido, hasta que fue revivido durante los años 2014 y 2015, por Jennifer Doudna de la Universidad de Berkeley, Estados Unidos, y Emmanuelle Charpentier del Centro Helmholtz de Investigación sobre Infecciones en Alemania. Ellas recibieron el “Breakthrough Prize” (Premio Avance) en la categoría de “Ciencias de la Vida” por su investigación sobre CRISPR/Cas9, esta –rápidamente– tuvo una expansión en las revistas más importantes de ciencias a nivel mundial.
Si bien esta técnica parece ser altamente beneficiosa, hay aristas negativas o preocupantes para cierto sector de la ciencia que no han sido tocadas en los medios de comunicación.
Durante la última Reunión Anual de la Sociedad de Biología de Chile, el Dr. José Luis Arias abordó en el Taller de Bioética, la preocupación que existe en torno a Cas9 y los peligros que se omiten en torno a ella.
¿Cómo opera esta técnica y cuáles son los miedos que surgen alrededor de ella?
Ciertas bacterias incorporan información genética de los virus y hacen que se bloquen la síntesis de proteínas del mismo -aparentemente en un método sencillo-, el problema que ocurre no se centra en que hoy día podamos intervenir y poner genes que nos interesen dentro de una célula, eso ya se podía hacer pero con poco éxito en el sentido de que era por medio de métodos más engorrosos, que implicaban más tiempo y etapas, extrapolado en una menor eficacia.
CRISPR/Cas9 es aparentemente tan sencillo, que no se requiere una gran infraestructura. En un laboratorio de biología celular o molecular se puede realizar este método sin problema. Entonces, el terror ético que viene, no es porque se puedan manipular genes, sino que es a la velocidad con la que avanza la aplicación de la técnica.
Que nosotros, los científicos, hayamos manipulado genes, creado razas, cepas y tipos de plantas, por ejemplo, todo eso se hizo a través de procesos de selección genética muy lentos. Los cambios siempre fueron paulatinos por lo que la sociedad nunca se preocupó, pero ahora, cuando en 10 minutos se puede producir un cambio, eso es preocupante.
El uso de la información en la manipulación genética de CRISPR:
Hay muchas personas que están preocupadas por nuestra salud, sin embargo si los datos que se recogen de los pacientes son usados de manera indiscriminada en pro de la manipulación genética, esa una situación perversa.
Es muy difícil parar a la ciencia porque es democráticamente neutra, sin embargo, con Crispr/Cas9 hay un miedo a la mala utilización.
Cuando a un niño o un adulto se le pueden mejorar los genes medicamente o terapéuticamente no hay problema, pero cuando estos cambios en el genoma se realizan en la línea terminal, incorporando características que son heredables, ahí también hay un punto cuestionable ya que se le otorga a alguien una característica que no ha deseado ni pedido. Los problemas éticos involucrados sobrepasan todos los análisis posibles, en ese sentido.
Siempre las cosas tienen dos caras y la facilidad con que cualquier laboratorio en cualquier parte del mundo puede disponer de esa técnica causa preocupación. Los procedimientos que apliquen Cas9 debiesen involucrar una certeza tremenda en sus resultados y mucha fiscalización asociada por cierto.
Relativo a su línea de investigación:
El Dr. Arias trabaja en el Centro para la Investigación Interdisciplinaria Avanzada en Ciencia de los Materiales (CIMAT). Durante su existencia el centro ha realizado investigación científica del más alto nivel, enfocando sus estudios en el campo de las ciencias de materiales biológicos creados por el organismo, tales como varias tipos de cerámicas.
Con este tipo de investigación esperamos poder generar nuevos conocimientos que permitan mejorar las condiciones de los materiales que conocemos. Con el tiempo esperamos ser capaces de generar nuevos elementos, capaces de originar nuevo materiales.
El centro desarrolla sus investigaciones en torno a 4 pilares temáticos fundamentales ellos son:
Con respecto a la sociedad de biología de Chile:
La Sociedad de Biología es una organización científica pionera y la más desarrollada en Chile. Ha tenido una enorme repercusión en la nueva generación de científicos durante el transcurso de la historia, y también ha sido una voz y un paragua acogedor con la comunidad, atravesando todo tipo de situaciones de manera incólume.
Fuente: Patricio Grünert Alarcón; 4ID/CONGRESS, Todos los derechos reservados. ®
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Cientos de científicos repletaron la Plaza de La Constitución para expresar su malestar por la poca inversión del Estado en Ciencia y Tecnología.
Sin duda alguna estas últimas semanas pasarán a los albores de la historia científica de nuestro país, ya que el debate por generar un mayor incentivo estatal dirigido a ciencia e investigación se presenta con más fuerza que nunca.
Luego de variados titulares, portadas de periódicos -de trascendencia nacional- y notas trasmitidas por grandes cadenas televisivas, los científicos de diferentes Universidades, Centros de Investigación, Laboratorios y Fundaciones, se reunieron frente al Palacio de La Moneda para expresar una verdadera “Furia Científica”, basada en las poco auspiciosas condiciones de trabajo de muchos de ellos.
La Sociedad de Biología de Chile se hizo presente en el acontecimiento a través de su Presidente: Dr. Rodrigo Iturriaga; quien conformó el grupo que entregó la carta a la Presidencia, en compañía del Presidente del Consejo de Sociedades Científicas de Chile, Dr. Jorge Babul, y Natalia Muñoz, líder del Movimiento ciudadano “Ciencia con Contrato”.
Cientos de pancartas alusivas a las demandas y también a las diferentes entidades que apoyaban la manifestación, dieron vida a un apasionante encuentro, en donde lo más importante fue la ciencia.
Diferentes Sociedades científicas se hicieron presentes en esta manifestación, la cual espera marcar precedente y generar un impulso para mejorar de forma efectiva el presupuesto dedicado a ciencia e investigación en nuestro país.
Decenas de delantales blancos se observaban desde las ventanas de los edificios que encercan la Plaza de la Constitución.
La frase: “No más maltrato, ciencia con contrato” fue un verdadero himno que inundó a esperanzados científicos.
Este 12 de noviembre será recordado como el día en que la ciencia chilena se hizo escuchar.
La Sociedad de Biología de Chile estuvo presente en un evento que fue capaz de reunir a diferentes Premios Nacionales, destacados Doctores, investigadores, alumnos de postgrado y pregrado de toda la capital.
En la fotografía: Natalia Muñoz; Líder del movimiento “Ciencia con Contrato”, dando un emotivo y entusiasta discurso acerca del ¿por qué? protestan los científicos de Chile.
Natalia llamó a construir juntos un mejor destino para la ciencia, y a seguir luchando por esta justa causa.
El Dr. Jorge Babul entregó un motivador discurso, en el que llamó a las nuevas generaciones de científicos a luchar por sus ideales y por el próspero desarrollo de la ciencia. “Chile requiere más expertos en ciencia para lograr el aspirado desarrollo”, mencionó.
Además de ello, el Dr. Babul dio su respaldo a las ciencias del área Humanista, las cuales, según sus palabras, también lo están pasando mal debido a los pocos recursos que reciben.
En la fotografía: Dr. Rodrigo Iturriaga (Presidente de la Sociedad de Biología de Chile), en compañía del Dr. Jorge Babul (Presidente de la Asociación de Sociedades Científicas de Chile), dan una conferencia de prensa, minutos después de entregar la carta en el Palacio de La Moneda.
En la fotografía: Dr. Rodrigo Iturriaga, Dr. Jorge Babul y Dr. Andrés Couve, Director del Instituto de Neurociencia Biomédica (BNI).
Dr. Jorge Babul.
En la fotografía: Sra. Yolanda Zambrano, Dr. Rodrigo Iturriaga -quien sostiene la carta firmada por cientos de científicos- y José Núñez.
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Según la investigación que están llevando a cabo científicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) junto con la Universidad de Concepción (UdeC), apoyados por el Instituto Antártico Chileno (INACH), la desglaciación en la Zona Antártica –la cual ha aumentado considerablemente durante las últimas décadas– podría causar cambios de vital importancia en las comunidades microbianas marinas.
Si bien este hecho –en parte– ya se conocía, el grupo de investigadores pretende ir más allá e investigar cómo los derretimientos interactúan con las especies marinas microscópicas existentes en la zona. Según estudios preliminares, estas alteraciones podrían producir cambios en la cadena trófica, llegando a afectar a mamíferos como las ballenas australes y los pingüinos.
La investigación de la dinámica de aquellas comunidades microbianas de regiones costeras de la Antártica no es nada de fácil. Para los investigadores el estudio en este territorio implica el viaje a uno de los lugares más extremos del planeta. Sin embargo, los científicos no le temen a este desafío y han realizado varias expediciones a la zona, con el fin de recopilar información en torno a la estructura de la comunidad microscópica marina y su interacción con los cambios que produce la bajada en la salinidad de las aguas oceánicas, producto del aumento de agua dulce por el derretimiento de los glaciares circundantes, para establecer -a futuro- una base de datos con la que se puedan realizar modelos y predicciones sobre los cambios que se van a producir en la cadena trófica en estos ecosistemas.
Una nueva línea de investigación:
Durante el verano austral, el aumento de la temperatura induce el derretimiento del hielo marino y el de los glaciares, lo que conduce a la entrada de nutrientes, metales, partículas y microorganismos de agua dulce, junto a una fuerte estratificación de la parte superior de la columna de agua. Para predecir y modelar el impacto de estos eventos -que se han acelerado en las últimas décadas- los científicos necesitan comprender mejor los cambios en las funciones e interacciones biológicas, como consecuencia de esta entrada de agua dulce.
La sociedad de Biología de Chile conversó con la Dra. Beatriz Díez, quien es Doctora de la Universidad Autónoma de Barcelona (2001); Licenciada, Universidad de Alicante (1994). Posee un Post-Doctorado en la Universidad de Estocolmo, Suecia; Instituto de Ciencias del Mar (CMIMA-CSIC), Barcelona, España.
La Dra. Díez dirige un grupo de científicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en cooperación con la Dra. Laura Farías, Universidad de Concepción (UdeC), apoyadas por el Instituto Antártico Chileno (INACH).
El equipo se dirigió hasta la isla Greenwich -ubicada en las islas Shetland del Sur-. Dichas islas son un archipiélago del Océano Glaciar Antártico, situado a unos 120 km de distancia de las costas de la Península Antártica -al sur del Continente Americano- entre el paso Drake por el Norte y el Estrecho de Bransfield por el Sur. Su extensión comprende alrededor de 3687 km².
¿Cómo se originó esta línea de investigación?
Nosotros teníamos un proyecto que surgió gracias a fondos concursables del Instituto Antártico Chileno (INACH), con el cual empezamos a trabajar en la Bahía Chile, lugar costero en las Islas Shetland del Sur, Península Antártica.
En esta zona del planeta se estima que se está produciendo un aumento de la desglaciación considerable, y si bien -en algún momento- no parecía tan aparente, ahora la situación es innegable.
Para comprobar el efecto de esta desglaciación en sistemas costeros antárticos es que comenzamos a estudiar en más detalle la comunidad microbiana ubicada -en particular- en Bahía Chile, Isla Greenwich. Esta es una bahía rodeada por glaciares, que se abre a una zona oceánica abierta, con diferentes masas de agua y corrientes que afectan a esta región.
Esta Bahía se ha convertido en un punto de muestreo modelo muy interesante para nuestro grupo de investigación, ya que nos permite entender lo que pasa con la dinámica de las comunidades microbianas que existen en el sector y cómo pueden verse afectadas por los eventos aumentados de la desglaciación.
¿Qué aspectos son los de mayor interés dentro de la investigación?
Nos interesa cómo esas comunidades van a reaccionar a la bajada de la salinidad por al aumento de agua dulce proveniente desde el derretimiento de los glaciares. Además, estas aguas vienen con distintos tipos de nutrientes y partículas, además de una microbiota que está muy poco -o nada- estudiada. En ese sentido, no tenemos una idea clara -todavía- de cómo la comunidad proveniente del agua del glaciar va a competir -o no- con la comunidad del agua de mar, y por tanto si desplaza -o no- a la misma, provocando cambios relevantes en los actores y sus funciones en esta parte inferior de la cadena trófica en estos sistemas marinos costeros. Por este motivo esperamos generar este tipo de conocimiento, el cual nos permita entender mejor el fenómeno y poder predecir su efecto en el resto de la cadena trófica.
¿De qué manera afecta la caída de la salinidad en estas aguas?
Hay algunas publicaciones científicas -entre el año 2000 y 2001- que mencionan el efecto del aumento de agua dulce sobre estos sistemas marinos, provocando una pequeña estratificación en la parte superior de la columna de agua, sin embargo -aun así- se sabe poco al respecto.
También ya ha sido determinado, y nosotros en terreno lo hemos comprobado, que no solo la salinidad se ve mermada por la desglaciación, sino también la luz que penetra en la columna de agua de mar. Esta se ve disminuida por las partículas que quedan en suspensión desprendidas desde el glaciar.
La luz no llega a pasar más de 2 o 3 metros en las aguas cercanas al glaciar, lo cual afecta a la fotosíntesis en la capa superior. Sin embargo, si viajamos 1 milla o 11/2 milla mar afuera alejándonos del glaciar, vemos que la luz vemos penetra mucho más, a casi 7 u 8 metros de profundidad -fenómeno interesante- que indica un menor efecto del glaciar sobre aguas más alejadas del mismo.
Un cambio en los productores primarios produce un desbalance generalizado:
Si bien pueden existir organismos a los cuales les convenga este aporte de agua dulce, poco se sabe en torno a cómo afectará a los productores primarios, principalmente eucariotas fototróficas, y en qué medida estos cambios afectarán a los consumidores.
El caso de las Diatomeas y el Zooplancton:
Las Diatomeas son organismos fotosintéticos eucariotas que forman blooms cada año en la Antártica, principalmente en las zonas costeras. Estos organismos pueden verse afectados por el cambio en las condiciones de salinidad, nutrientes y luz (por efecto del aumento de partículas) provenientes del glaciar. La alteración en su hábitat puede producir un cambio en los eslabones de la cadena que la suceden, como por ejemplo: el zooplancton, que en buena medida se alimenta de estos organismos.
La dieta del zooplancton está condicionada por el tamaño del organismo que preda, si las diatomeas se ven afectadas por el cambio en las condiciones de su hábitat, esto puede producir que cambie el tamaño de las presas, alterando la dieta del zooplancton,el cual puede comenzar a desaparecer -y con ello- afectar a eslabones superiores de la cadena, como el plancton gelatinoso (salpas, por ejemplo). Si eso ocurriese, podría verse afectado el krill el cual se alimenta primordialmente de zooplancton. El Krill -a su vez- es el alimento N°1 de las ballenas.
Con estos antecedentes nos damos cuenta de que los eslabones más pequeños de la cadena trófica podrían tener una implicancia enorme en la desaparición de ballenas y pingüinos.
Efecto invernadero: “El principal responsable”.
Los gases invernadero, principalmente: Dióxido de Carbono (CO2), Metano (CH4) y Óxido Nitroso (N2O) están cada vez más presentes en la atmósfera. Estos gases hacen que se incremente la temperatura del mar y por consecuencia se derritan aún más los glaciares, creando un círculo vicioso que mantiene en ascenso las temperaturas.
¿Cómo solucionamos esta problemática?
Tenemos que pensar en cómo reducir la contaminación que generan estos gases, comenzando con medidas muy pequeñas y cotidianas.
Si bien estos procesos de desglaciación son naturales y propios del ciclo terrestre, el que nosotros -los seres humanos- estemos acelerando la presencia de contaminantes en la atmósfera genera un efecto negativo sobre esos ciclos. Se ha estimado que en unos 100 o 150 años más, el hielo del Ártico desaparecerá cada verano, lo que tiene una directa implicancia en el nivel del mar, el cual se verá aumentado considerablemente. Por otro lado, más del 87% de los glaciares de la Antártica están desapareciendo, es una cifra brutal.
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