Académicos e investigadores del Centro para la Regulación del Genoma y del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile formaron un consorcio de universidades para apoyar esta labor de vigilancia genómica desarrollada por el Instituto de Salud Pública. La iniciativa, impulsada durante el primer semestre de 2020, aún no cuenta con financiamiento. Sin embargo, el Ministerio de Salud anunció esta semana la inclusión de las universidades en esta tarea para ampliar la detección de nuevas variantes del virus.
En entrevista con CHV Noticias, la presidenta de la Sociedad de Microbiología de Chile sostuvo que aún «no sabemos exactamente cuan masiva es la presencia de estas variantes» y reiteró la urgencia de realizar «un seguimiento y una trazabilidad de contactos apropiada».
El texto de los autores André Barbet, Giorgio Boccardo y Andrés Marcoleta será lanzado el próximo 5 de abril a las 18:30 horas a través del Facebook del Foro de las Artes y por medio del canal de Youtube de Dicrea.
Una combinación letal
Aunque muchas actividades humanas tienen claros efectos negativos sobre el mundo natural, también hay consecuencias imprevistas. Los eventos de muerte masiva de águilas calvas en el sureste de los Estados Unidos pueden ser uno de esos efectos posteriores de la actividad humana. Después de un esfuerzo considerable, Breinlinger et al. identificó la causa de estos eventos como una combinación insidiosa de factores. La colonización de las vías fluviales por una planta invasiva introducida proporcionó un sustrato para el crecimiento de una cianobacteria no identificada previamente. La exposición de esta cianobacteria al bromuro, típicamente de origen antropogénico, resultó en la producción de una neurotoxina que causa neuropatía en los animales que se alimentan de las plantas y también se bioacumula para matar depredadores como las águilas calvas.
En el Parque Nacional Iberá en Argentina, dos especies de aves casi idénticas del tamaño de un reyezuelo viven una al lado de la otra, pasando sus días buscando los mismos tipos de semillas y anidando en los mismos tipos de lugares. Estas especies pueden reproducirse juntas con éxito, pero normalmente no lo hacen, por razones aparentemente triviales, acaban de descubrir los biólogos evolutivos. Las diferencias en el color del vientre y el canto parecen ser suficientes para evitar que las aves se apareen entre sí, generación tras generación.
Los investigadores de Lehigh cuantifican la interacción específica entre la proteína de pico del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, con los receptores ACE2 en las células humanas, lo que puede explicar parcialmente su alta tasa de infección en comparación con el SARS-CoV-1.
El descubrimiento de que esta mosca blanca utiliza un gen proveniente de una planta para eludir las defensas de su hospedador podría ofrecer nuevas alternativas para el control de plagas.
Los virus evolucionan como resultado de mutaciones (incorporaciones erróneas, inserciones o deleciones y recombinación) y la selección natural en busca de rasgos favorables, como una replicación, transmisión y evasión viral más eficiente de las defensas del huésped. Los rasgos recién seleccionados pueden estar vinculados de formas impredecibles y suscitar la preocupación de que la propagación y la evolución del virus pueda resultar en una mayor virulencia (gravedad de la enfermedad). La limitada diversidad del síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) informado durante 2020, atribuido a la función de corrección de pruebas de exonucleasa 3′-5 ′ de la proteína no estructural 14 (nsp14), llevó a la opinión de que las vacunas basadas en un solo La secuencia de la proteína viral spike (S), que media la entrada de la célula huésped, probablemente generaría protección inmunológica para todas las variantes circulantes ( 1). Sin embargo, han surgido variantes de SARS-CoV-2 con mutaciones en S en todo el mundo, lo que plantea desafíos potenciales para la vacunación y las terapias basadas en anticuerpos. La continua propagación de SARS-CoV-2 crea la oportunidad de acumulación de mutaciones consecuentes adicionales en S y en todo el genoma viral.
Se trata de la nueva especie, Dromiciops bozinovici, recientemente descubierta y relegada al rango norte del país, bautizada en honor al destacado Premio Nacional de Ciencias Naturales (2020) Francisco Bozinovic, Académico de la P. Universidad Católica de Chile y coautor de la publicación.
Alicia Hoffmann, Juan Armesto y Paloma González, son los autores de la segunda edición de “Ecología, Conocer la Casa de Todos”, un texto del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, dirigido a todo público.